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Fuera del banco, el Profesor y los demás habían conseguido encontrar el oro robado. Gracias a Alicia Sierra pudieron recuperar el oro robado por Tatiana y el hijo de Berlín, Rafa.

Nada más conseguirlo, por la radio del coche donde estaba el Profesor se escuchó lo siguiente: "Los atracadores del banco de España han sido atrapados y detenidos dentro del banco hace pocos minutos. El Coronel Tamayo, que dirigía la operación, ha dedicado unas palabras al jefe de la banda."

El Profesor se preocupó; habían atrapado a su banda. Las palabras que le había dedicado Tamayo le decían que él tenia que ir al banco. Que fuera allí para estar con los de su banda y así poderlo detener junto a los otros. También, Tamayo le pidió que devolviera el oro al banco.

El Profesor decidió ir al banco, ya que formaba parte de su plan.

Dejó el oro y la misión a manos de Alicia y se despidió de todos. De Benjamín, de Alicia y de todos los demás, que lo habían ayudado.

Arrancó un coche y se dirigió al banco.

Nada más llegar y salir del coche, todas las cámaras apuntaban a él. Todo el mundo estaba pendiente de lo que hacía. Pero el Profesor se limitó a caminar hacia el banco. Caminaba con la cabeza alta, pasando por al lado de muchos policías.

Entró al banco y allí los vió: a todos sus compañeros detenidos. Pero faltaban Nairobi y Tokio, y eso le hizo suspirar de pena.

Notó que la banda no lo miraba a los ojos. Parecía que todos estuvieran arrepentidos y que lo culparan a él. Los únicos que lo miraron a los ojos fueron Palermo, Roma y Lisboa. Ellos sí sabían el siguiente paso del plan.

Al Profesor le pusieron unas esposas, como a todos sus compañeros. Lo dejaron allí y Tamayo fue a ver donde estaba el oro.

Estuvieron un buen rato los atracadores esperando a Tamayo. Estaban todos de rodillas en el suelo, siendo vigilados por unos policías.

Tamayo, en la cámara acorazada, vio que faltaba el oro. Fue a buscar al Profesor y a Raquel, y ordenó a unos policías que se llevaran a alguien para interrogarlo. Los policías eligieron a Denver.

Tamayo se llevó al Profesor y a Lisboa para preguntarles sobre el oro. Mientrastanto, el policía Suárez se llevó a Denver para interrogarlo. Lo llevaron a una sala del piso de arriba, y lo intentaron manipular.

Mira Daniel, - empezó Suárez - necesitamos recuperar el oro y para eso necesitamos tu ayuda.

Denver no dijo nada, no iba a ayudarlos.

Nosotros necesitamos tu ayuda, y tú necesitas la nuestra. - Siguió Suárez. - Os acabamos de pillar, después de 2 años buscandoos, y después de haber cometido muchos delitos.

Denver siguió sin decir nada.

Y con todo lo que habéis hecho os caerán muchos años de condena. - Continuó el policía. - Dos atracos, disparos, secuestro de rehenes... Mínimo 30 años.

Denver seguía sin decir nada.

Y piensa en tu hijo, Daniel. - Dijo Suárez.

En ese momento, Denver reaccionó.

Piensa en cuantos años tendrá. - Siguió Suárez al ver que eso le había afectado. - O cuantos años tendrás tú. O Mónica.

Hubo un silencio que se hizo incómodo para todos los que estaban en la sala.

Mira, - dijo finalmente Suárez - si no quieres decirnos donde está el oro no lo hagas. Puedes escribirlo en un papel. Eso quizás te será más fácil.

Un policía le acercó un papel y un boli a Denver.

Es muy simple, solo indícanos donde está el oro. - Finalizó Suárez. - Si lo haces habrá una posibilidad de volver a ver a tu hijo.

Denver cogió el boli y se acercó el papel.

Suárez pensó que había ganado ya que vio como Denver empezaba a escribir cosas en el papel.

Cuando Denver acabó de escribir, le tendió la hoja a Suárez. Había algo escrito. Suárez quiso leerlo en voz alta.

Con los dedos de las manos, los dedos de los pies... - Empezó a leer. - Los cojones y la polla todo suma 23.

A A A A A A - Se rió Denver. - Eso lo metéis en el GPS y os lleva directitos hacia el oro.

Dos policías lo volvieron a esposar y se lo llevaron mientras él se reía.

Mientras salía de la habitación, sabía que eso que había hecho lo mandaba directo a la cárcel. También sabía que no volvería a ver a su hijo. Ni a su mujer.

Pero no quiso traicionar a la banda. Y no lo hizo.

Los policías bajaron a Denver a la sala donde estaban todos los atracadores, y él los miró a los ojos.

Adiós amigos. - Dijo Denver, pensado que ese era el final.

Miró a Mónica y le sonrió pensando que esa era la última vez que la vería.

Los policías sacaron a Denver por la puerta y se lo llevaron detenido a la carpa.

Ese era su final.

Roma ~ La Casa de Papel [Parte 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora