~First Times~ (Erasermic)

-Humillación-

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¿Que era lo difícil de su relación?

Ellos se aman, sus padres y amigos los apoyan.

¿Cual era el problema?

Ah, la sociedad.....la maldita sociedad.

—¡Eso no es normal!

—Dos chicos no pueden estar juntos.

—Que asco dan...

Lamentablemente la vida no es todo de color de rosa, ya que la discriminación es algo que siempre encontraremos en nuestras vidas.

—¡Miren a ese par de maricones! —les gritaron un grupo de chicos a la pareja.

—¡¿A quien les dices maricones imbecil?! —el rubio estaba apunto de acercarse hacia el grupo pero fue detenido por el pelinegro.

—Déjalos, son más que nosotros y no vale la pena....

—Pero....

—Aparte de maricas son cobardes —se comenzaron a reír y burlar de ellos.

—Vámonos —le beso la mejilla para luego tomar su mano e irse del lugar.

Era algo complicado no encontrarse con una persona con pensamientos negativos hacia su relación.

—¿Podrían retirarse de la zona?

—Disculpe señora —hablo el azabache.— Nosotros solo estamos caminando.

—Si. ¡Pero están haciendo cosas que no deben!

—¿Besar a mi pareja es algo que no puedo hacer? —pregunto Hizashi.

—¡Si quieren hacer sus cochinadas se pueden ir a otra parte!

Por suerte, no estaban solos.

—Señora, disculpe pero mi hijo y su novio no están haciendo algo malo, la zona es abierta así que si le incomoda es usted quien puede retirarse del lugar.

—Siento pena por usted señora, apoyando este tipo de vulgaridad.

—Y yo siento pena por usted, por tener la mente tan cerrada. ¿Ahora puede dejar a los chicos en paz?

La mujer se retiro molesta del lugar, a lo que la madre del pelinegro sonrió a gusto.

—Gracias mamá —dijo tímidamente.

—Gracias señora Aizawa....

—Hey, no se depriman niños —abrazo al par.— Cuenten conmigo para echar a esa gente..¿si?

Ambos correspondieron el abrazo y siguieron caminando por el lugar.

Era algo complicado lidiar con ese tipo de personas, pero por suerte siempre encontraban una solución al problema.

Lo único rescatable era que al menos solo eran comentarios ofensivos, no era para llamar algo positivo, pero al menos no llegaron a lo físico.

—¿Hey, porque las caras largas? —pregunto su amiga Nemuri.

—¿Los molestaron de nuevo? —paso a preguntar Oboro.

—Nah lo de siempre —respondió el rubio de manera indiferente.

—Nada que lo de siempre. ¡Digan nombres y direcciones! —la chica sacudió a la pareja en busca de respuestas.

—¿Y para que quieres eso? —pregunto el azabache preocupado.

—Para ir a saludarlos....¡Para ir a causar un incendio, para que más! —respondió el chico nube.

Sus amigos trataban de animarlos a base de bromas, y aunque a veces sean tontas y sin sentido alguno, los hacían sentir mejor.