Burning Love [911- Evan Buckley]

13

Me mantengo sentada en la ambulancia mientra observo el balcón de la zona de descanso.

— ¿Está equipada bien?— la voz de Eddie me asusta

— ¿Qué?

— La ambulancia

— Creo que hacen falta gasas y vendas para completar el inventario.

— ¿Vas a comprobarlo o vas a seguir mirando la conversación de Buck y Taylor como si supieras leer labios? Y no me digas que sabes.

— Está entre mis pendientes— le señalo con el bolígrafo antes de subir a la ambulancia, él se queda apoyado en la puerta— ¿Qué quieres que te diga?¿Qué estoy celosa? Lo estoy, Eddie, has visto como lo tiene metido en la palma de su mano, ahora mismo le ha hecho un gesto y él ha subido como si fuera su perro faldero, cuando estamos en casa, casi no hablamos y si hablamos es sobre el reportaje y la estúpida pelirroja

— ¿Confías en él?— bajo de la ambulancia y le miro

— Demasiado y por ello me preocupa más que me decepcione.

Sin decir nada más, me separo de él sintiendo un nudo dentro se mí.

[...(^^)...]

Muerdo un trozo de manzana a la vez que escucho a Howie relatar algo a la pelirroja

— Más comida— señala la mesa— Y cuando viene plastificada sabes que estará buena— abre un tupper encontrándolo vacío— ¿No me habéis dejado ni las migas?

— Chim, te lo has perdido— dice Buck, mordiendo su porción de pastel.

— ¿Es de chocolate?

— Con nueces— añade Eddie, lo que hace que el asiático me mire.

— No he tomado nada, si lo hubiera hecho deberíamos estar en el hospital— levanto las manos mostrando inocencia— Te guardé un trozo pero Buck lo descubrió.

— Te habría encantado— se burla Hen terminando su trozo.

La alarma suena, lo que hace que todo vayamos a los camiones.

[...(^^)...]

El viaje había sido extraño, muy extraño, ya que Eddie y Buck iban hablando de cosas sin sentido.

Athena nos recibe cuando llegamos al lugar, que parece ser un concurso de mini Miss Universo.

— La víctima está por allí— nos señala.

Chim y yo nos acercamos a una mujer con un tacón clavado en su mejilla.

— Voy a necesitar...— Chim gira hacia la puerta— Diaz, Buck.

Ambos están paralizados en la puerta frente a un grupo de niñas pequeña.

— Chimney, Annie, creo que deberíais  venir— nos chilla Athena, nosotros dejamos a la mujer para ir con ella.— Tenemos un problema aquí, ellos están drogados.

— ¿Qué?— preguntamos a la vez

— Chicos, ¿Sabéis dónde estamos?— habla Chim

— En todas partes, tío— dice Eddie jugando con unos globos.

— Oh, mi pequeña Annie— Hen se acerca a mí con una risa antes de abrazarme.

— Como me alegra ser alérgica a las nueces— sale de mi antes de mirar a mis acompañantes separando a Hen de mí— Son los brownies

— ¿Brownies?— pregunta Athena

— Hemos recibido una remesa, lo hacemos desde el terremoto

— ¿Os la coméis? Nosotros tiramos eso a la basura.