Burning Love [911- Evan Buckley]

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— Tengo malas noticias— Dice Buck cuando entro a casa después de hacer un par de compras.

— No te has quedado embarazado, ¿Verdad?— bromeo— Porque creo que esa sería mi función y no, no lo estoy.

— Esa no sería una mala noticia para mí, aunque fuera yo el embarazado.

— ¿Entonces?

— Mis padres vienen a Los Ángeles— suelta de golpe— Y Maddie ha organizado una cena en la que tú y yo debemos estar, bueno, yo debo estar pero supongo que tú también ya que Chim y Albert van a estar y así los conoces y le contamos de nuestro compromiso y quizás nos pensemos el invitarlos.

— Tranquilo, Buck— entrelazo una de mis manos con la suya— Iré y si vemos que va mal, nos vamos— él asiente— ¿Qué pinta Albert en esa cena?

— Chim dice que al ser familiar debe conocer a la familia de Maddie aunque creo que es más para dar apoyo.

— Creo que todos lo vamos a necesitar.

[...(^^)...]

— Traemos vino rojo, blanco— empieza a enumerar Buck— Espumoso, por si quieren hacer un brindis, y tequila, no sé por qué necesitamos dos botellas.

— Son para mí— decimos Chim y yo a la vez.

Había llegado el momento de la gran visita y se podía notar los nervios en el ambiente.

Ya en casa estuve casi dos horas antes buscando ropa decente que ponerme, a pesar de que Buck decía que iba bien a todo, todo me parecía inapropiado.

Al final elegí una falda azul cielo que llegaba por mis rodillas con una camiseta de tirantes blancas, una chaqueta vaquera y unos zapatos cómodos, no muy simple pero no muy formal

— Estas usando Jeans— se queja Albert mirando a su hermano— Me dijeron que no podía usar Jeans.

— Deja de quejarte, precalienta el horno— señala Buck— A 350.

— ¿Vamos a cocinar?— pregunta Maddie

— Tarta de queso— contesta su hermano

La puerta suena y me asusto hasta el punto que me escondo tras Buck, quién entrelaza nuestras manos haciéndose a un lado para estar en el punto de mira como todos.

— Llegó la hora— dice Chim.

Maddie abre la puerta dejando ver a esas personas que venian cargadas con regalos para la niña, porque sí, el bebé Han-Buckley era niña.

— No tenían que traer regalos— habla la embarazada.

— Somos abuelos, mimar viene con nuestro trabajo.

— Sr y Sra Buckley, hola— Chim se acerca— Soy Howard Han, es un placer conocerlos.

— Hola, Howard— saluda la mujer.

Buck me da una mirada y yo asiento dando a entender que era hora de acercarse, además, le doy un apreton en su mano para que sepa que estoy con él.

— Hola— dice.

— Evan— habla la mujer

— Te ves bien— el hombre deja una palmada en su hombro.

— Tú también

Noto la mirada de la mujer en mí así que decido hablar.

— Hola, Sr y Sra Buckley, soy Annabelle.

— Mi prometida— añade Buck.

Ambos se quedan en silencio sorprendidos y yo siento que me hago chiquita.

— Encatada, Annabelle— habla la mujer algo incómoda.