𝒀𝒐𝒖 𝒄𝒂𝒏 𝑺𝒕𝒂𝒚; 𝔹𝕒𝕟𝕘 ℂ𝕙𝕒𝕟

12

Apagué mi teléfono luego de ponerlo a cargar, la cabeza me dolía demasiado y quise ir a descansar, pasó unas cuantas semanas luego de que Christopher hiciera pública la relación que tenía con Sana, semanas de yo haber desaparecido del radar de los chicos y semanas de haber renunciado al trabajo que más amaba pero que por ahora era agotador estar en las dichosas entrevistas, más que nada era tedioso verlos tan felices.

No me opongo a su felicidad pero me siento traicionada, Sana era mi amiga y Christopher mi novio, eran muy importantes para mí.

Junto con mi compañera de habitación salimos a dar unas vueltas por la nueva ciudad donde nos encontrabamos viviendo no hace mucho, suelto un suspiro pesado al ver la televisión grande de uno de los locales.

Seguían con la notícia de dicha pareja.

- Sam, encontré un lugar bastante bueno para comer ¿Vienes?

Mire la chica frente a mi, dándole una sonrisa mientras asiento con la cabeza caminando junto a ella, salir de la rutina ayuda un poco a despejar mi mente.

Hablamos sobre su trabajo y sobre que pasará con el mío, no tenía nada en mente luego de eso, por el momento me tomaría un descanso de la prensa donde trabaje, realmente me sentía muy cansada y sin ánimos pero ella lograba animarme en algunas ocasiones.

Empezaría a trabajar en un restaurante bastante elegante sería lo mejor hasta el momento, cuando me sienta lista volveré a las entrevistas.

Luego de haber dado la prueba dónde se vería si trabajaría ahí o no salí del lugar con una gran sonrisa, me habían aceptado y eso era realmente bueno, le ayudaría a pagar los gastos de la casa a mi compañera de habitación.

Terminé de atender a una de las personas más importantes del lugar, era conocido del dueño dónde trabajo y por eso obtiene cierto trato especial porque gracias a él mi jefe es lo que es, uno de los más grandes chefs del lugar.

Mi pago era cada semana, y eso para mí era bastante favorecido.

— Samantha, ¿Te gustaría cerrar el día de hoy? Algo les cayó mal a los empleados y todos están enfermos.

Asenti con una sonrisa, recordé que la mayoría del personal comió algo de uno de los puestos de comida, a mi parecer el lugar no se veía muy agradable pero no dije nada, se habían intoxicado con comida caducada.

Luego de que todos mis compañeros salieran y el último cliente igual por fin me dispuse a cerrar la caja guardando bien el dinero, deje mis cosas en su lugar para luego tomar mi bolso y salir del establecimiento no sin antes cerrar como es debido el restaurante.

Pasé por el lado de dos chicas que no dejaban de gritar por la emoción, su noticia no me sentó nada bien en cuanto la escuché.

— Bang Chan y Sana grabaran una canción aquí, además de eso se dice que vendrán a comer en uno de los mejores restaurantes del lugar

Me hele en cuanto la escuché eso quiere decir que..

— ¡El restaurante del señor Kellog!

Comentó su compañera, suspiré empezando a caminar tratando de ignorar el hecho de que dentro de dos días ambos estarían aquí.

Y quién sabe si los demás chicos también.

Cómo me encanta tener tanta suerte.