"Quédate, quédate por favor no me dejes"
Fueron palabras que la derrumbaron por completo, se sentía culpable pero no era su culpa, un artista debe salir con un artista, ella no estaba a su nivel.
Bang Chan, un artista reconocido del famoso grupo St...
Fueron tres palabras que aún no las había pensado, hace aproximadamente dos años después de haberla visto por última vez vuelvo a escuchar tan famosa pregunta.
Tratando de convencerme a mí mismo niego con la cabeza pero eso no fue muy convincente para mí compañero de cuarto, Felix era muy cercano a mi y no solo él sino que todos mis niños igual.
Y la pregunta surgió por la canción que había escrito hace poco.
I hate to admit.
Suspiré con suavidad recordando el día en el que ella estaba en el aeropuerto a punto de regresar a Canadá.
- Por favor, quedate.
Fue lo único que dije y ella con lágrimas en los ojos se fue.
Después de ese día no volví a saber más de ella.
Miré a Felix quien era la persona que esperaba una respuesta de mi parte, no me dió miedo responder.
- Nunca dejé de hacerlo, ella fue una de las personas a quienes le agradezco la fuerza que me dió para poder continuar con mis sueños.
La mirada de Felix fue de melancolía, pero no entendía el motivo, luego de charla un par de minutos más tuve que continuar con mi trabajo.
Los chicos y yo estuvimos ensayando para el siguiente comeback que según nuestros fanáticos sería el más esperado.
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Luego de un suspiro continúe levantándo el peso que había puesto sobre la máquina, era otro de los días que había venido a hacer ejercicio para poder despejar mi mente.
Aproximadamente venía cuatro de cinco días a la semana, lo hacía durante dos horas, sábado y domingo eran los días que descansaba para evitar cualquier lesión por tanto esfuerzo.
Mientras descansaba unos cuantos minutos de las pesas me puse a revisar mi teléfono, no había nada interesante hasta que me apareció una publicación de ella.
Pensé que estaba alucinando pero al ver sus ojos pude saber que era ella.
Sonreí al ver que estaba bien, se encontraba mucho mejor y sus facciones eran un poco más maduras, sentí mi corazón estrujarse al ver en la siguiente foto ella besando la mejilla de un chico.
Me alegraba saber que ahora era feliz y haya encontrando a alguien que le dé el tiempo y amor que ella merece.
Apagué mi teléfono para continuar con el ejercicio engañando a mi mente de no pensar en eso.
Era tiempo de empezar a olvidarla.
Luego de un par de horas más salí del gimnasio para regresar a la residencia no sin antes pasar a comprar algo de beber como un poco de agua o algo más pero que flojera buscar.
