CAPITULO 2

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—¿Qué?.

—Lo que escuchaste, tu madre viene a cenar—se encoge de hombros restándole importancia—, así que comportate.

No puedo creer que esa señora tenga el descaro de venir.

—No voy a cenar—demando molesta.

—Si vas a cenar—quiero golpear algo— y vas a ser amable con ella y con sus acompañante.

—¿Viene con su nueva familia?—espeto indignada.

No solo viene a mi casa si no que además trae a su esposo y a su hijastra de ocho años, como la detesto.

Salgo del estudio y subo las escaleras,  entro a el cuarto de Angie ella se sorprende cuando me ve.

—Viene a cenar—me lanzó en su cama, ella se incorpora y se sienta a mi lado.

—Lo se. Tienes ya que dejar ese rencor que le tienes—murmura acariciando mi cabello.

—No quiero—hago un puchero y ella se levanta.

—Entonces por lo que veo te gusta el dolor—se levanta y la miro confundida— ese rencor que le tienes solo te hace daño a ti.

Claro que solo me molesta a mi a ella parece no importarle.

—Los chicos y tú pudieron haberla perdonado pero yo no.

—Solo no lo arruines—es lo único que dice y salgo para ir a mi cuarto.

Ellos pudieron haberlo olvidado, hacer como si nada hubiera pasado pero yo no puedo, no quiero. Ella nos deja y ahora viene esperando que la recibamos con los brazos abiertos, que equivocada está.

***

Escucho golpes en mi puerta y se lo que significa ya llegaron.

Bajo las escaleras y me paro al lado de Diane la novia de papá. Veo como mis hermanos corren a abrazarla y yo solo me quedo mirando la escena, mirándola a ella. Bianca Mayer, la mujer que me dió la vida pero que no fue lo suficiente valiente para quedarse. Maldigo nuestro parecido, tenemos el cabello castaño y el mismo tono azul de ojos, la misma estatura somos tan iguales solo que yo soy un  más jóven.

Diane sujeta mi mano para tranquilizarme cuando ella se acerca con una sonrisa.

—Cariño pero mira que hermosa estás— intenta tocarme la mejilla pero me alejo.

—No me gusta que me toquen—respondo con frialdad y puedo ver cómo su semblante decae.

Puedo sentir la mirada de papá sobre mi pero no me importa, camino hasta el comedor y me siento al lado de Adam, Bianca se sienta al frente de mi con su esposo y su nueva hija.

La cena sigue como si nada, todos hablan y  ríen como si todo fuera tan normal, mientras yo estoy que explotó siento tanta rabia.

—Y ¿Que me cuentas de ti?,¿Algún enamorado?— me pregunta Bianca y yo ya no lo soporto.

—No hagas eso—murmuro aniquilando la con la mirada.

—¿Hacer que?.

—Esto venir acá y jugar a ser mi mamá—espeto molesta.

—Pero yo soy tu mamá—siento como se le quiebra la voz.

—¡No, no lo eres!—me levanto señalando la—. Dejaste de serlo el día que decidiste abandonarnos.

—Alison—me advierte papá pero lo ignoro.

—Deja que se desahogue—Diane me sonríe y toma un sorbo de vino.

ESTOY BIEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora