CAPITULO 10

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—¿Qué pasó?.

Pregunto preocupada por el tono que utilizó, termino de bajar más escaleras rápido y me paro frente a ella. De la nada ella se empieza a reír pero se ríe a carcajadas ¿Y a esta qué?.

—Se acabó el helado—intenta aguantar la risa pero falla.

La miro desconcertada y ella solo sigue riendo quiero lanzarle algo, se parece a los mensajes urgentes de papá en los que yo salía corriendo para nada porque al final no eran tan urgente como el decía, ellos se llevarían tan bien.

—Sabes voy a dormir—vuelvo a subir las escaleras y me encierro en mi cuarto.

***

Estamos de camino a la casa de Ada, después de clases ella me invitó y como hoy no tengo que cuidar de Daniel así que acepte.

—¿Que tal fue tus días en la preparatoria?—pregunta Ada.

—Divertida, algunas fiestas, amigos, tareas—me encojo de hombros—, lo normal, ¿Y la tuya?.

—Pues bien—su tono no es el más feliz—. El típico cuarteto de mejores amigas y muchas fiestas.

Y me imagino que el baile de graduación. Yo si quería vivir eso hasta ya había pensado en mi vestido.

Llegamos a la casa, sus padres parecen no estar así que subimos a su cuarto.

—Ponte cómoda—me siento en su cama—. Voy por algo de comer.

Sale y me quedo mirando todo a mi alrededor, su cuarto a cambiado mucho pero me gusta es muy Ada. La puerta se abre y Ada entra con una bandeja de galletas  y jugo agarro una y me la como.

—¿Te gustan?—obvio que si, su mamá solía prepararnos esto siempre que venía de visita—. Bueno hablemos para conocernos mejor.

Si supiera que nos conocemos desde pequeñas. Me fijo en la foto que tiene en su mesita de noche y la agarro, recuerdo la fotografía nos las tomamos en la fiesta de Inés pero la foto está doblada en la parte en la que salgo.

—¿Son las chicas que dijiste?—ella se me acerca y mira la foto con una sonrisa.

—Si—suspira y señala a la castaña—. Ella es Inés, era la típica amiga fiestera y divertida pero a la vez tierna.

Ella era la que siempre conseguía que entramos a las fiestas.

—¿Aún siguen en contacto?.

—Si, aunque nos vemos muy poco—ahora señala a la pelinegra—. Ella es jade, era la mala influencia pero muy protectora con nosotras no dejaba que nada nos pasará—sonrio si así era—. Perdimos contacto cuando se fue a Nueva York, le dieron una beca para estudiar teatro.

Lo logro, estoy muy orgullosa. El recuerdo de una de más conversaciones que tuvimos llega a mi mente.

Estamos sentadas en el muro fuera del salón Jade está fumando y yo estoy rayando mi brazo con marcador, el profesor de matemáticas nos saco de el salón porque según el "estábamos interrumpiendo su clase". Maldito profesor.

—¿Que crees que pasa después de que morimos?—pregunta y la miro.

—Hierba mala nunca muere—le recuerdo y ella rueda los ojos.

—Hablo encerio.

—Creo que nos quedamos viendo en los momentos que nos hicieron muy felices—murmuro y continuo rayando me el brazo—¿Y tú qué crees que pasa?.

Suspira como su estuviera a punto de dar un discurso.

—Yo creo que nos nuestra alma se queda aquí, viendo a las personas que amamos, los vemos sin que ellos lo sepan.

—Re turbio—me echo a reír.

—¿Te gustaría que te hicieran un homenaje?.

Tapó el marcador y la miro arrugando el entrecejo.

—Creo que el que te sacaran de la clase te afectó un poco—me burló y ella me ignora.

—A mí me gustaría que mis amigas se tiñan el cabello de negro—no contento la carcajada—. ¿Qué?, Sería una linda forma de recordarme.

Claroo—no aguanto a Jade y sus locas ideas.

—¿Y tú?.

—Nunca lo había pensado.

—Eres malísima mintiendo Alison—lo se —. Dime.

—Me gustaría que alguien se tatuara esta frase: Träume nicht dein Leben, sondern lebe deinen Traum— ella me ve confundida—. Es alemán—aclaro.

Me gusta mucho esa frase y si alguien se la llegara a tatuar en mi honor sería como una manera de estar con esta persona.

—¿Que significa?.

—Cuando la persona se la tatué lo sabrá—me encojo de hombros.

El timbre suena me levanto y le ofresco la mano para ayudarla a levantarse.

—Ya dejemos de pensar en eso no moriremos dentro de muchos muchos años—entrelaza nuestros brazos y nos dirigimos a la siguiente clase.

Ahora que lo pienso, talvez ella presentía que algo malo ocurriría, acaricio la fotografía por la parte que está doblada.

—¿Y la otra?, Dijiste que eran un cuarteto y en la foto solo son tres.

Ella se tensa y desvía la mirada.

—No hablemos sobre eso, no vale la pena.

Auch, la verdad es que me dolió no valgo la pena.

—¿Desde cuándo conoces a Marcos?—pregunto desviando en tema.

—Desde siempre, es como mi hermano—se levanta a agarrar un poco de jugo—. Antes era súper divertido y amable.

—Cambio mucho—murmuro en voz alta—¿Porqué?.

—Hace unos años perdimos a alguien importante y eso lo cambio—parece incómoda—. Ahora es este tipo idiota que solo se acuesta con las chicas y luego las desecha como basura.

Me sorprende lo que dice, Marcos no es así el jamás haría algo como eso, se que Ada no mentiría pero no lo acepto.

—Note como te miraba en la cafetería—agarra mis manos—. Te tengo afecto y por eso te digo esto, alejate de el no quiero que te lastime.

Tengo lo que me dice Ada sigue rodando por mi cabeza, pasamos el resto de la tarde viendo películas y riendo de nada.

Caminos hasta la casa cuando una moto de me atraviesa.

—¡Que te pasa idiota!—grito asustada cuando veo a Marcos, en no te inmuta y sonríe.

—Te estaba buscando.

—Ya me encontraste—aun sigo asustada con el corazón a mil—¡ Querías matarme!.

—Lo siento dramática—quiero golpearlo—. Solo quería invitarte a salir mañana.

—¿A dónde?.

—Es sorpresa.

—Ok—accedo un poco más calmada. Pero me pasas buscando.

—Me parece bien ¿Te llevo?.

—Ya estoy cerca pero gracias—el asiente y me giña un ojo antes de irse.

¿Será verdad lo que dijo Ada?.

¿Marcos habrá cambiado tanto?.

Nota de la autora:

Holis espero les guste, estaré leyendo lo que opinen.

¿Ada estará celosa?

Nos vemos en el próximo cap

Besos con sabor a fresa ❤️

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