CAPITULO 8

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—¡Soy tía!—grito eufórica abrazando a Grace.

Nos sentamos en el sillón y ella le pone pausa a su película.

—El bastardo de Adam me hizo tía—me río—. Siempre pensé que el primero en darme un sobrino sería Aarón el era muy puto.

Aún recuerdo la conversación que tuvimos unos días antes del accidente.

Los golpes en la puerta llaman mi atención.

—Jade luego te llamo—cuelgo y me incorporo—.¡Adelante!.

Veo a Adam entrar y se lo que significa ya se va.

—Asi que nos abandonas—me acerco y lo abrazo—. Te deseo lo mejor.

—Hablas como si ya no nos fuéramos a ver más—se sienta en mi cama—. Te molestaré todos los días.

Ruedo los ojos y me siento a su lado.

—¿Qué tienes?, No te veo tan emocionado—recuesto mi cabeza en su hombro—. Cuando quieras te puedo secuestrar.

—Michell quiere tener hijos.

—Y tu no quieres—deduzco—. Está bien si no quieres igual es muy pronto, apenas van a empezar a vivir juntos.

—No lo sé—se rasca el cuello—. No creo que sería un buen padre.

Me levanto sorprendida por lo que acaba de decir, me arrodilló frente a el y noto que sus ojos grises reflejan miedo.

—Escucha bien Adam, eres el ser más amoroso y cariñoso que conozco—sonrio y pongo mi mano en su mejilla—. Y te aseguro que cuando llegue el momento serás un padre fenomenal

Me jala del brazo y me abraza.

—No se que haría sin ti—me besa la coronilla—. Te amo enana.

—Y yo a ti.

—Eso era lo que iba a decirte—me informa Grace—. Diane vino, al parecer tu hermano vino de visita y necesitan una niñera, y yo le dije que estarás encantada en cuidarlo—se recuesta en el sillón—. Será la excusa perfecta para que entres y averigues.

—Cuidare a mi sobrino—chillo emocionada.

—Todo sea por el plan—me recuerda y ruedo los ojos.

La verdad es que el plan no me importa y mucho menos descubrir la razón por la que estoy aquí, no pienso irme pero le haré creer a Grace que si.

***

Me encuentro en la puerta de la que fue mi casa, tocó el timbre, escucho risas dentro. Angie abre la puerta y mi corazón se acelera.

—Ah la niñera—dice antipática—. Pasa.

Entro a la casa y la sigo a la sala, todo a cambiado un poco, cuando llegamos veo a un niño en los brazos de Diane.

—Hola Hanna—me saluda Diane y veo como Angie desaparece por las escaleras—, este pequeño es Daniel— el niño me sonríe y saluda con la mano.

—Hola pequeñín—es tan hermoso, es pelinegro como Adam y sus ojos son negros como los de Michell.

—El ya almorzó y le toca la siesta en un rato, sus cosas están en el cuarto el sabe dónde queda—besa la mejilla de Daniel y me lo entrega—. Cualquier cosa puedes preguntarle a Angie la chica que estuvo aquí o si ves a un chico rondando la cocina es Aarón.

—Ok—agarra sus cosas y se va.

Se estarán preguntando por qué si Angie y Aarón están aquí necesitan una niñera y yo con gusto les contestare que entiendo a Adam yo ni en un millón de años dejaría a un niño al cuidado de ellos.

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