𝙏𝙪́ 𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙢𝙞𝙡𝙖𝙜𝙧𝙤 / 𝐶𝑎𝑚𝑖𝑙𝑜 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑖𝑔𝑎𝑙

🦎✨☁️-03.

-Isabela es tan estorbosa, siempre siendo la señorita perfecta que nunca hace nada mal, ¡claro que hace cosas mal! Sus flores a veces ni siquiera son lindas.—Mirabel se quejaba mientras Sofía dibujaba a la mencionada Isabela, solo la conocía de vista y por lo que Mirabel le contaba.—¿Qué dibujas?—

-No creo que te vaya a agradar, es tu hermana.—Mirabel se indignó.

-¿¡Isabela!?—

-Puede que sea una estorbosa, Mirabel, pero es una fantástica musa, ¡es hermosa!—La joven Sofía trataba de que su amiga no se enfadara con ella.

-Yo también soy hermosa.—Dijo Mirabel entre dientes.

-Nunca dije lo contrario, pero ya te dibujé mucho. Luego, ¿podrías darle esto a tu hermana de mi parte?—Mirabel negó con su cabeza.

-No dejaré que Isa se encariñe contigo y te robe.—Sofía río.

-Ay, Mirabel, ya sabes que tú eres mi mejor amiga de todos los tiempos, y para siempre, y por siempre, y hasta el fin del mundo, y...—

-Basta, basta, ya sé que me amas.—Ambas chicas rieron de nuevo, para tumbarse una junto la otra a observar las nubes del cielo.

-Y tú también me amas a mi, por eso, le darás el dibujo a Isabela de mi parte.—No le veía la cara a su contraria, pero juraría que el rostro de Mirabel en esos momentos era un cuadro.

-Está bien, pero solo porque eres mi mejor amiga.—

-Gracias, Mirabel.—

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-Isa, tengo algo para ti.—A Mirabel le desagradaba muchísimo mostrar afecto hacia su hermana, por eso esperó hasta la cena en familia para hacerlo, así ella no podría decirle nada, pues sus padres, y toda su familia estaban delante.

-¿Qué es?—Mirabel comenzó a sacar el papel del dibujo de debajo de su mesa.—Lo hizo mi amiga, dice que eres hermosa, no logro entender porque piensa eso, pero lo piensa.—Isabela agarró emocionada el dibujo, ignorando el comentario final de su hermana.

-¡Es hermoso! ¿Quién lo hizo? Debo agradecerle a tu amiga personalmente.—A la Madrigal esa idea le revolvía el estómago, y no pensaba contestarle, pero fue su madre quien intervino.

-Fue Sofi, ¿no?—Mirabel asintió.—¿Me dejas verlo, Isa?—Isabela le otorgó a su madre el papel, y Julieta quedó maravillada.

-¿Puedo verlo?—Ahora, Pepa Madrigal, también quería admirar los dotes de dibujo de aquella joven que ni siquiera conocía, al ver la expresión de su esposa, Félix Madrigal, su marido, se acercó también para quedar asombrado. Camilo y Dolores Madrigal se levantaron para imitar la acción de su padre, quedando también perplejos.

-Esa niña realmente tiene un don.—Alma, quien ya había visto el dibujo, hablo hacia toda la familia.

-Mamá, deberías verla. Es una niña... perfecta.—Julieta alagaba a Sofía delante del resto de su familia.

-¿Y es tu amiga, Mirabel?—Isabela preguntó burlona, no podía creer que una niña que sonaba tan perfecta fuera amiga de su hermana la imperfecta.

-Lo es, Isabela, es mi amiga, y no es tu amiga.—Ahora era Mirabel quien presumía de Sofía.

-Deberías decirle que me dibuje a mi, seguro sabe captar mi belleza.—Camilo irrumpió en la conversación.