𝙏𝙪́ 𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙢𝙞𝙡𝙖𝙜𝙧𝙤 / 𝐶𝑎𝑚𝑖𝑙𝑜 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑖𝑔𝑎𝑙

🦎✨☁️-06.

-Nada en especial, vine con Camilo.—Mirabel estaba molesta, muchísimo y ni Sofía ni ninguno de los presentes lograba entender el por qué.

-¿Con Camilo?—

-Con Camilo.—

-¿¡Con Camilo!?—

-¡Con Camilo!—

-¡Sí, Mirabel, vino conmigo! ¿Qué te sucede con eso?—La joven simplemente se marchó molesta chocando su hombro con él de su primo, lo cual impactó a la chica, quien quiso ir detrás de su amiga, siendo detenida por Camilo.

-Enseguida vuelvo, empiecen a comer sin mi.—El chico se molestó, normalmente la gente sentía pena por Mirabel por simplemente no tener un don, y le indignaba que con Sofía fuera igual, mientras tanto, la chica corría detrás de su amiga.—¡Mirabel! ¿¡Qué te pasa!?—

-Nada, Sofía, vuelve con mi primo, todo esta bien y no hay ningún problema.—

-Claro que lo hay, si no lo hubiera no estarías así...—

-¡Ya sé que toda mi familia es especial y yo no soy nadie, lo sé! Pero pensé que a ti eso no me importaba...—A decir verdad, Sofía no entendía la actitud de su amiga, estaba totalmente perpleja.

-Y no me importa, Mirabel... No se que te hace pensar que yo...—

-Déjame, ¿si? ¡No me hables más, solo déjame!—La puerta del cuarto de Mirabel se cerró en la cara de la menor, quien seguía sin entender lo que había molestado tanto a su amiga.

Ante la duda, decidió darle espacio y volvió hacia la cocina, Isabela, Pepa y Julieta se habían marchado y solo estaba Camilo, quien cambió su expresión al verla a una más feliz.

-Hola.—Ella se sentó a su lado y estiró su brazo para coger una arepa del plato, la cual se llevó a la boca rápidamente.—Deliciosas, como siempre. Dale las gracias a tu tía de mi parte.—

-Puedes dárselas tú misma, la convencí para que pudieras quedarte a comer. Espero te gusten los tamales.—

-Sí, me gustan.—Seguía comiendo su alimento delicadamente mientras le daba vueltas a lo que había sucedido con Mirabel.

-¿Qué le pasó a Mirabel?—

-Buena pregunta, me gustaría saberlo también.—La expresión de Camilo ahora era una de preocupación.—Dijo que ya sabía que todos en su familia son especiales excepto ella, y que pensaba que a mi no me importaba, y es lo que no entiendo, a mi eso no me importa y no logro comprender porque...—El chico posó su mano sobre el hombro de su contraria.

-No intentes buscarle una explicación, para Mirabel ese es un tema complicado, supongo que solo tienes que darle tiempo.—A decir verdad, esas palabras lograron reconfortar a Sofía, pero ahora una pregunta aún más grande era la que se apoderaba de sus pensamientos.

"¿Cuanto tiempo debo darle?".

No quiso decirle nada a Camilo, supuso que lo mejor era dejar el tema, habían venido ella y su amigo a pasarla bien, ya arreglaría las cosas con Mirabel en otro momento.

-...Y cuando cumpla cinco años, mi hermano Antonio recibirá su don.—Ahora el chico le estaba contando sobre su pequeño hermano, un nuevo misterio para ella, pues solo lo conocía de vista.

-¿Cuando será eso?—El chico se inclinó hacia atrás en su silla, haciendo que casita la moviera para escarmiéntate al chico, pues su madre siempre le decía que no se posicionará así.

-¡Casita!—Ella rio y Camilo dirigió su mirada de nuevo a su acompañante.—Dentro de unos meses, pero antes de eso, yo habré cumplido quince, y supongo que tú habrás cumplido catorce.—Ella asintió.