Este es un capítulo pedido por diversas personas, de un
contenido explícito y quizá no muy agradable a todos
quienes lo lean, por eso, si no te gusta esta clase de contenido,
puedes salirte y leer mi otra historia con este hermoso
camaleón, la tenéis en mi perfil. Ahora sí, disfrutad del
capítulo.____________________
Aquella fue una de las más bonitas bodas presenciadas por los habitantes del Encanto, llena de alegría y varios sollozos por parte de los más cercanos a los novios, pero se puede describir como un maravilloso día que todos y cada uno de los presentes recordarían.
Quienes se casaban, Sofía Ortiz y Camilo Madrigal, ya tenían una edad, eran adultos recién casados y desde bien adolescentes tenían las hormonas revolucionadas, si bien no habían hecho nada por respeto a las creencias de los Madrigal, ya era el momento de dar un paso más en su bonita relación, ya se habían casado, y lo más seguro era que Alma Madrigal no se negara a una nueva generación de bendiciones mágicas.
Por eso, una vez finalizada la celebración del matrimonio, fueron juntos en un hermoso coche de caballos decorado por flores de Isabela hacia una zona rural ubicada algo lejos de las montañas.
La fisura entre estas había abierto el pueblo a nuevas posibilidades, creando saunas y zonas de vacaciones para quienes necesitarán un descanso de vez en cuando, en este caso, eran nuestros dos jóvenes recién casados quienes marchaban a donde ni siquiera Dolores pudiera escuchar.
—Es un sitio realmente precioso.—Admiraba la castaña una vez que llegaron.
—Concuerdo, el viaje ha merecido la pena.—Comentó Camilo, aún que realmente no era capaz de observar la casa, él estaba admirando a su ahora esposa, con intenciones muy claras, pues si bien la amaba, también la deseaba a partes iguales, por eso mismo, se acercó a ella para abrazarla por la cintura y dejar un beso en su hombro descubierto por su hermoso vestido de boda.
—Deberíamos entrar, necesito cambiarme.—Decía la muchacha, algo cansada del frondoso atuendo y el elaborado peinado que llevaba, a lo que él asintió y ambos se adentraron en la casa.
Camilo, que ya conocía la vivienda construida por su familia, guió a su esposa por ella para que supiera dónde se ubicaba cada habitación, hasta finalmente llegar al dormitorio, donde ella comenzó a retirarse el velo y todas las flores que estaban sobre su ropa y pelo.
—Gracias por este día, fue hermoso.—Dijo la muchacha.
—Aún queda mucho por hacer, Sofi.—Respondió él, mientras se retiraba la corbata y los zapatos.
—¿A que te refieres?—El Madrigal tenía claro los planes para esa noche, más ella aún no estaba del todo segura si debía ceder a su deseo y arriesgarse a lo que pudiera pasar, por eso trataba de hacerse la tonta.
—¿No crees que ya es hora de dar un paso más adelante en nuestra relación?—Comentó él, que ya se había retirado la camisa y se acercaba a su esposa para bajar lentamente el cierre de su vestido mientras la miraba a los ojos, notando en ellos los nervios de la chica.—No tienes que estar nerviosa, Sofi, sabes que te amo y nunca haré nada que tú no quieras, pero no me permitas negar que estoy deseando hacerlo contigo desde que cumplí los diecisiete.
—¿Cómo te acuerdas de eso?—Bromeaba ella.
—Imagina cuanto lo deseo si aún lo recuerdo. ¿Qué me dices?—Ella se lo pensó por un momento, antes de relamerse los labios e ir directamente hacia los de su chico, fundiéndolos en un beso.—¿Eso que significa?
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𝙏𝙪́ 𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙢𝙞𝙡𝙖𝙜𝙧𝙤 / 𝐶𝑎𝑚𝑖𝑙𝑜 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑖𝑔𝑎𝑙
FanficÉl es su primo, y ella su mejor amiga, las cosas estaban muy bien hasta que el destino hizo que se conocieran.