ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 𝟷𝟷

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『ɪᴄʜᴀ ɪᴄʜᴀ ᴛᴀᴄᴛɪᴄs』


"—Amo todo de ti.

Le tocaba el turno a Yukie, ella era inexperta y no sabía que hacer, imitó todo lo que hizo Ouji, empezó besando su cuello, bajando lentamente hasta quitarle la camiseta y besarle y pasar su lengua por sus pectorales, siguió bajando con su lengua hasta pasarla por su barriga, con sus abdominales, lo cual ella lo disfrutó, mucho más que Ouji. Sujetó la cinturilla de su pantalón y continuó bajando hasta..."

El sonido del libro al cerrarse, resonó en la habitación solitaria con un ambiente totalmente incomodo. Boruto dejó el libro lentamente sobre la mesa y lo observó, releyó el titulo en la portada y si, estaba completamente seguro que era el que se moría por leer cuando era joven.

"¡No leas eso!"

"No puedes leerlo, eres muy joven"

—Supongo que, tenían razón dattebasa...

.

.

.

—¡Boruto-sensei no puedo más, me voy a morir! —se quejó el niño intentando esquivar sus golpes—. ¡Duelee! —se tocó el brazo donde recibió un golpe.

—Si no duele no sirve —lo sujetó de los brazos con fuerza—, te hace falta resistencia Kenji.

—¿Y por qué solo conmigo practica? —quejándose, levantó la cabeza para mirarlo—, ¿y los demás qué? ¿Ehhh?

—Eres mi favorito —Boruto le sonrió.

—¿De verdad? —Kenji se emocionó.

—Sí, así que aguanta —de un movimiento rápido, lo tumbó en el suelo ante la mirada expectante de los demás—, es fácil ¿ven? Ahora quiero que lo hagan ustedes.

—¡Ni de broma! ¡Conmigo no! —el chico levanto la cara del suelo y se retorció.

—No aguantas nada dattebasa.

—Boruto-kun... —dijo Namida asomándose por la puerta, ella se quedó en silencio al ver la situación.

—¿Qué pasa? —soltó al niño y lo levantó como si de un muñeco se tratara.

—Quería saber si me podías ayudar a cargar unas cosas.

—Oh, si —miró a los chicos un momento—, vuelvo en seguida, practiquen eso.

—Eres el único sensei que suele dar sus clases al aire libre —dijo ella guiándolo en los pasillos.

—Yo recuerdo que era más divertido así.

Namida abrió el aula y le dio una mirada apenada a Boruto por la gran cantidad de cajas que tendría que cargar—. No es necesario que sean todas.

—¿Qué tanto es? —se acercó a ellas y las abrió—, ¿libros?

—Sí, son nuevos, recién los trajeron, pero era en el aula de a lado que debían estar.

—¡Oh, el Icha Icha tactics! —Boruto tomó el libro de la caja, eran varios—, por fin lo podré leer.

—¿Ehhh? ¿te gustan esos libros Boruto-kun? —la cara de Namida era un autentico poema.

—No lo he leído, pero me muero por hacerlo, ¿puedo robarme uno? —le rogó con la mirada.

—Eh...bueno, no creo que se den cuenta —miró hacia la puerta, aun apenada—, pero ¿estás seguro?

—Si, mas bien serán dos, también Sarada quería leerlo —tomó otro, separándolo—, le daré uno.

BORUTO THE LAST 『EN EMISIÓN』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora