Han pasado tres años desde la quinta guerra ninja, el mundo shinobi fue el ganador dando paso a la paz de nuevo. Sin embargo, Boruto presentó un gran cambio, físico como emocionalmente. Y Sarada se siente realmente confundida, ya que, aunque no quis...
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Tres años...tan solo tres años han pasado.
Aún resulta irreal como todo cambio en mil noventa y cinco días, parecía estar a la vuelta de la esquina cuando toda la aldea estaba hecha pedazos. Cuando Kawaki y Kara habían destrozado todo, los aldeanos caminaban como si nada nunca hubiese ocurrido, ellos andaban o incluso los niños jugaban en el parque donde hace tres años había cuerpos regados. Es normal, ellos no vivieron la guerra en todos los sentidos, así como los ninjas que peleamos en ella.
Aun me causa escalofríos pisar el césped donde hace tres años había sangre, donde yo me había arrastrado con agonía mientras sentía como todo de mi se iba en un santiamén. No era la única persona, mis amigos, todos los ninjas... sufrían.
El día después de que ganamos y despedimos a las personas que perdimos en esa trágica guerra, ese día, toda la aldea estuvo de luto, todos lloraron, ese día Konoha sufrió en forma de una fuerte lluvia que no ceso hasta semanas después.
Los héroes habían caído.
Pero ahora era como si lo hubiesen olvidado, quizá se llama "Salir adelante" pero no era tan fácil. Un "lo siento" de alguien que o perdió a un ser querido no significaba nada, era como si fuese ayer el día que desperté en ese hospital y me di cuenta que esa horrible pesadilla fue real, todo fue real y más que claro cuando entre todas las perdidas estaban ciertos nombres.
Uzumaki Naruto. Uchiha Sasuke.
El monte de Hokages estaba hecho pedazos y ahora está recién construido con una cabeza extra, no erala mía, claro. Mi sensei Konohamaru estaba ahí, siguiendo con el legado del séptimo siendo así el octavo hokage.
—Algún día mi rostro estará ahí.
Cuanto desearía que estuviese aquí papá, el que tú me vieras convertirme en Hokage era parte de mi sueño también. Siempre pienso que quizá si hubiese sido más fuerte todo sería distinto, si hubiese sido más fuerte pude haber hecho algo para salvarte, pero eso jamás lo sabré.
La aldea estaba más renovada, mientras caminaba podía observar todo, llevaba unos meses viendo la remodelación completa y aun me parecía estar en un lugar extraño. Los pequeños puestos que había ocultos en algunos callejones ahora ya no existían, la comercialización creció al igual que la aldea.
Ya no estaba tan segura de que si seguía siendo una aldea oculta entre las hojas, cada día todo avanzaba más, las casas se duplicaron y los pequeños lugares de madera eran algo escasos, al menos los arboles seguían abundando como hace años, según mi madre. Pero aun así todo era diferente, ahora puedo entender a mi padre cuando decía que los shinobis no cambiaban, es cierto que ahora todo es más avanzado y los niños están apegados a más aparatos electrónicos, pero sigue existiendo esa llama de fuego que nos caracteriza.
—El trabajo como Hokage debe ser aún más complicado — suspiré y cambié de camino bruscamente, jadeé al chocar con alguien—. ¡Discúlpeme!
