¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ϟ —
CON UN ABRUPTO MOVIMIENTO QUEDÓ SENTADA EN LA CAMA, mientras se sentía ahogarse en una respiración, comenzó a inhalar y exhalar entrecortadamente.
Cada momento se repetía paulatinamente en cada noche de aquella semana. No podía evitar recordar los momentos en que vió los ensangrentados y agonizantes cuerpos de Carol y Diana, mientras les eschuchaba susurrar un ultimo « Te amo » antes de dejar que sus últimos suspiros que posteriormente serían llevados de la mano a la eternidad.
No podía evitar recordar tortuosamente el momento en que sintió como la cálida piel de amabas mujeres comenzaba a tornarse fría, y el como la sangre en sus pieles y en sus propias manos comenzaba a agrietarse al momento en que comenzaban a secarse. Recordaba sentir una tras otra puñalada en su pecho.
También recordaba el momento en que había visto como HR era apuñalado por Savitar, viéndose incapaz de hacer algo.
Todo con él había sido tan... frustrante.
HR había ido por ella, admitiendo que su captura a manos de Savitar se trataba de su culpa. Adds se negaba a permitir que HR se culpara por ello, por no era su culpa. Ambos intentaron huir de aquel lugar, sin embargo no todo terminó saliendo como HR esperaba, ni mucho menos como Adds esperaba. Porque en el momento en que ambos se dieron cuenta de que Killer Frost y Savitar eran conscientes de que la rubia no se encontraba dónde debía, HR tomándola desprevenida con un movimiento que ella le había enseñado meses atrás, la inmovilizó y colocó unas esposas para meta-humanos en sus muñecas, junto a una cinta adhesiva en la boca. Rápidamente había abierto una brecha con uno de los intercomunicadores dimensionales de Cisco y la arrojó por ella. Logrando que Adds cayera a solo unos metros de la Calle Infantino.
