High School DXD: Génesis

CAPÍTULO 15. SELLOS, ENTRENAMIENTO Y RATING GAME PARTE 2.

¡Hola! Ha pasado más de un año. Aquí Yue con un nuevo capítulo de éste fanfic. Como sabrán, High School DxD no me pertenece, salvo los OC's y alguna que otra parte de la trama

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Al día siguiente, el Club de lo Oculto se reunió con Etsuko y compañía en la entrada del templo. Se notaba la tensión en el ambiente, algo que iba en aumento con la sonrisa que daban Tirani y Etsuko, lo que les daba mala espina.

-Bien. Tenemos 10 días reales para entrenar, así que el objetivo es claro: ¡Haremos el entrenamiento de dos meses en éste tiempo! Y si podemos subir la intensidad... ¡Tal vez el entrenamiento de dos meses y medio! -exclamó Yushiko emocionada, ya que si dejaba hablar a las otras dos, probablemente el Club de Ocultismo se echaría atrás por miedo, aunque ella también tenía sus ideas para torturarlos.

-¿En qué consistirá el entrenamiento? No confío en las sonrisas de ellas. -dijo Rías poniendose azul.

-No será muy complicado, a menos que no controleis vuestro poder -respondió la pelinaranja aún con ésa sonrisa que prometía dolor y todos tragaron duro- Andando.

Todos caminaron por el templo, rumbo al camino oculto tras el mismo, llegando a otro templo. Una vez allí, el ambiente empezó a sentirse pesado.

-Éste lugar me da mala espina -mencionó Issei.

-Y aún no habéis visto nada -añadió Tirani con una sonrisa que prometía tortura.

Una vez en el interior, se dirigieron a la puerta número uno y antes de entrar Etsuko habló.

-Tenéis dieciséis horas para cumplirlo, si en ésas horas no lo conseguís quedaréis atrapados en éste lugar para siempre. -dijo seriamente mirando a todos.- Entraréis de tres en tres en un margen de un minuto entre tríos, buena suerte. Nosotras tres os esperamos aquí. Dicho ésto, buena suerte y por mucha dificultad que se os presente, jamás retrocedáis.

Con esas palabras, la pelinaranja abrió la puerta y entraron de tres en tres cumpliendo las reglas impuestas por Etsuko, para la chica cerrar la puerta definitivamente.

-¿Creéis que lo lograrán? -preguntó seriamente la chica.

-Más les vale o sufrirán mi ira -habló Tirani irritada.

-¿Por qué tan molesta? -le preguntó Yushiko queriendo confirmar sus sospechas.

-Obvio... Nos habéis apostado a todas con un pollo frito, aunque sea mi descendiente, pero éso no es lo importante. Lo que me molesta realmente es tener que entrenar a Issei, aún cuando hizo llorar a Etsuko.

-Rencorosa -murmuró en voz baja Yushiko entrecerrando los ojos, antes de añadir algo más alto- De todas formas te tienes que aguantar porque él será la llave de la victoria, a menos que ocurra un imprevisto y tenga que intervenir en persona.

Etsuko escuchaba en silencio, apoyada en la pared de forma pensativa. No era para menos, tenía un mal presentimiento tras lo sucedido en los últimos días. El mutismo se hizo en el pasillo, cada cual con sus pensamientos. Unas cuatro horas más tarde escucharon unos pasos y al abrirse la puerta vieron salir a Raynare, Mittelt, Rías, Akeno y Asia. Las dos primeras con algunas heridas y mojadas, la pelirroja y su reina completamente mojadas, mientras que la rubia estaba herida. Etsuko sonrió.

-Y... ¿Cómo os sentís ahora? -preguntó divertida. Las recién llegadas no entendieron la pregunta hasta que notaron como sus reservas mágicas eran mayores que antes.

-Habéis tardado mucho en daros cuenta -afirmó Tirani dando una media sonrisa.

-Nunca pensé que la clave para salir de ahí fuera creando un camino de luz con tu energía mágica. Mucha cantidad era absorbida y usar poca era inútil. Había que regularla conforme avanzabas -dijo Raynare con tono agotado.