"Una vez que te enamoras de alguien, no puedes detener el amor. Sin importar la distancia que los separa."
Después de haberse despedido de su antigua vida en Japón. Dejando atrás a sus amigos y a la persona que más ama, Izuku viaja a París, Francia...
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Nam buscó un restaurante de nivel medio y eligió un restaurante tranquilo con habitaciones privadas. Ambos jóvenes entraron al restaurante y un camarero lo saludó de inmediato:
——“¿Tienes una reservación?”
Nam fue quien hablo
—Sí, habitación privada No.18
El camarero asintió con la cabeza:
——“Por aquí, Por favor.”
Antes de que Nam avanzara Izuku lo detuvo.
——Nam, lo siento. Adelante, debo ir al sanitario. ——dijo apenado.
——Está bien. ¿Sabes que habitación es?
Izuku asintió.
——Habitación, No. 18.
El camarero volvió a insistir.
——"por favor sígame."
Nam siguió al camarero hacia el frente a la derecha y, después de un rato, llegó a la esquina, en el lado derecho estaba el pasillo de la habitación privada.
El camarero lo miró con recelo. Antes de preguntar, Nam señaló el jarrón decorativo en la esquina:
——¿Puedo tomar uno?
Hay un gran ramo de rosas en el florero, y las flores florecen muy brillantemente, lo cual es muy hermoso.
El camarero estaba un poco sorprendido. Después de preguntarle al gerente, asintió:
——"Sí".
Nam tomo la rosa más hermosa y siguió al camarero a la habitación privada.
La sala privada no es grande, pero es muy cómoda: la mesa está cubierta con manteles de color café y las dos sillas opuestas son sofás grandes.
Nam se sentó en el asiento frente a la puerta, deliberadamente se sentó hacia adelante, dejando un espacio detrás, y cuidadosamente colocó la rosa detrás de él.
Los ojos del camarero brillaron con sorpresa, que claramente tenía la intención de regalar, ¡pero este es un famoso modelo! Solo ha visto a “Modelos” recibir flores y no ha visto a “Modelos” regalar flores.
——"¿Pedirá algo de comida primero?"
Nam negó con la cabeza:
—Esperaré hasta que venga mi amigo.
El camarero señaló el menú electrónico en la mesa:
——"Puede mirar el menú, puede ordenar directamente en él".
El rubio le dio las gracias y el camarero le sirvió un vaso de limonada y salió. Nam hojeó el menú al poco tiempo, la puerta de la habitación privada se abrió.
