Capítulo 11

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Por la noche se quedo a dormir con Nam, solo regreso a su habitación por su ropa y sus cosas para la clase de mañana.

Isaac solo le dijo que se cuidara de Nam, pero ahora Izuku no sabe de quién debe cuidarse más.  Parece que su vida “Normal y tranquila” se ha ido por un tubo.

Izuku regreso con Nam para cenar.

Izuku se sentó en la mesa redonda y mantuvo inmóvil. En los primeros años, había dos personas siempre sentadas alrededor de la mesa. En los últimos diez años, esa mesa estaba llena de harina y de masa para hacer relleno... Nada más.

—No piense mucho y come…—Nam hablo mientras coloca los vasos frente a él.

Izuku solo sonrió de lado antes de tomar los palillos.

—Me conoces muy bien Senpai…

—No… Es solo que eres muy obvio. —Lo mira a escondidas, mientras come. —Debes de estar recordando algo que te causa dolor, tu frente se arrugo de repente y soltaste un suspiro largo.

—Estuve mucho tiempo solo… Aun ahora en mi presente, tener tanta gente a mí alrededor… Me hace pensar que esto es un sueño y que despertaré en cualquier momento. Regresando a ese hogar frio y solitario…

—Te entiendo… un hogar roto, no importa que tan alta pongas la calefacción, siempre se sentirá frio y solitario…—Nam mordió ligeramente su labio. —Pero ya no estás solo, me tienes a mí y a los chicos…—sonrió con ternura, sus bellos ojos de diamantes brillaron cautivando a Izuku.

El pecoso solo atino a asentir y desviar la mirada. 

Solo comió cuatro de las albóndigas, y las cuatro restantes fueron despiadadamente desechadas después. Cuatro fueron suficientes para su estómago, sin embargo. Él sabe lo que pasa, tiene un poco de fiebre alta, la baja presión arterial lo pone muy cansado, solo duerme y duerme y duerme...

La angustia va a aplastarle por mucho tiempo más todavía.

Antes de que se fueran a dormir Nam menciono:

—No se te olvide tomar tu medicamento. La última vez el doctor dijo que tu estómago había mejorado y solo terminaras la caja que te quedaba.

—Sí, si…—Dijo algo desanimado. —(Lo que tengo tardara mucho en sanar…)

—Jajaja… Debes recupérate pronto para que podamos salir a comer de nuevo. Tengo un lugar al que quiero llevarte…—sonrió recargado en la pared de la cocina.  

—Está bien…—sonrió. —Espero que sea bueno como el de la última vez.

—Claro que sí, ya lo veras. —revolvió los cabellos de Izuku antes de irse.

Está demasiado cansado como para hervir agua, toma por lo tanto su medicamento con agua fría.

Nam dormiría en el pequeño sofá que tiene, mientras que el dormiría en su cama. Aun que insistió en que el dormiría en el sofá el mayor se negó por completo. Al final ambos quedaron en compartir la cama. Izuku divido la cama con las almohadas.

Cuando se acuesta en la cama, puede escuchar el sonido de un río fluyendo en su abdomen. Sabe que está acostado de lado, pero su mandíbula está casi pegada a sus rodillas. Es un pequeño ovillo. Este es el tiempo más largo en el que deseó que Aizawa estuviera con él.



Nam se despertó repentinamente a mitad de la noche. Había tenido una pesadilla; No, más bien un horrible recuerdo apareció en su sueños. Que inconscientemente su vieja cicatriz en la espalda empezó a dolerle. 

☔︎ París bajo la lluvia ☔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora