Os presento mi historia de Marvel.
Espero que os guste. Podéis encontrar el resto de historias en mi perfil.
Ninguno de los personajes o de los GIFs son de mi propiedad.
- Se ha ido a tomar el aire - le respondieron los otros dos Spiderman a la vez.
La chica dejó el aparato que acababa de terminar sobre la mesa y salió a buscar al chico.
- ¿Estás bien? - le preguntó al encontrarlo en la azotea.
- Si, es solo que me ha venido demasiada información de golpe y quería despejarme un rato.
- Ha debido de ser difícil eso de aparecer de repente en un universo que no es el tuyo.
- Siéntate - Peter se movió un poco para dejarle espacio a la chica.
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- ¿Puedo decirte algo? - le preguntó ella.
- Si claro.
- Es muy extraño, y sé que nos hemos visto por primera vez hace dos horas, pero tengo la sensación de que te conozco de toda la vida.
- Será porque soy un Peter.
- No, no es eso, porque con el otro no me pasa. Mira, déjalo, son cosas mías - se rió ella.
Los ojos de Peter no habían dejado de brillar desde que ella había subido y ahora, al tenerla tan cerca, sintió la necesidad de besarla. Sin embargo, tiró ese pensamiento, ___________ no lo conocía.
- ¿Puedo probar una cosa? - le preguntó Peter.
- Adelante.
- A la de tres di tu comida favorita. Una, dos y tres.
- La lasaña de mi/tu abuela - dijeron los dos a la vez.
La expresión de ____________ fue de profunda incomprensión, la de Peter, por el contrario, se iluminó.
- Mi película favorita - siguió la chica.
- Terminator II - le respondió él.
- Algo que me dio pena perder.
- Las botas de purpurina que se te quedaron pequeñas cuando tenías ocho años.
- Nueve - corrigió __________ - No entiendo qué está pasando. ¿Cómo sabes esas cosas?
- Te conozco mejor que nadie.
La chica empezó a encajar las piezas.
- ¿Existo en tu universo?
- Si - Peter le dió un segundo para procesarlo - Lo haremos ahora al revés. ¿Cuál es el mejor viaje que he hecho?
- No tengo ni idea.
- Intenta adivinar.
- A Roma.
Peter sonrió.
- Fuimos los dos juntos, por eso es el mejor.
______________ puso su mano sobre el pecho del chico y sintió todo su cuerpo vibrar, como si solo hiciera falta un clic para que todos esos recuerdos que no eran directamente suyos volvieran a ella.
- ¿Puedo besarte? - le preguntó. Ella también lo necesitaba.
Peter asintió mientas sentía que sus ojos se humedecían.
La chica se inclinó y lo besó. Los labios de ambos se movían con experiencia, los dos sabían perfectamente cómo encajaban juntos.
- ¿Tendría sentido decir que ha sido el beso más extraño pero el mejor que me han dado nunca? - ella lo miraba directamente a los ojos.
- Así me sentía yo cada vez que me besabas, me volvía loco.
