Os presento mi historia de Marvel.
Espero que os guste. Podéis encontrar el resto de historias en mi perfil.
Ninguno de los personajes o de los GIFs son de mi propiedad.
Necesitaba desfogarme después de la pelea que había tenido con Steve así que decidí ir al gimnasio.
Entré y esperando estar sola me sorprendió escuchar que había alguien allí. Pero me sorprendió más aún ver que era Steve.
Él no me había visto por lo que pensé que lo más sensato sería irme. Sin embargo, mi cuerpo no le hizo caso a mi mente y me quedé allí parada.
Aunque estuviese de espaldas podía ver perfectamente que él también necesitaba liberar tensión por la manera implacable con la que golpeaba el saco.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Con un último puñetazo hizo que este saliera volando y cayera al suelo con un sonoro golpe.
Suspiró pesadamente y se dirigió al banco donde estaban sus cosas. Se sentó y comenzó a quitarse las vendas de las manos. En el momento en que levantó la vista nuestras miradas de cruzaron.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ninguno se movió, ninguno dijo nada. Tras un par de segundos obligué a mis piernas a moverse y pasando delante de él me dirigí hacia otro saco.
Levanté mis puños y golpeé una, dos, tres veces. Sentía todas mis emociones mezclándose y cada vez que notaba el material del saco dando en mi piel parecían crecer más.
Llegó un momento en el que me olvidé que él estaba allí. Que me tocara el hombro me hizo volver a la realidad.
Me detuve en seco, dejando caer los brazos a los costados. Tenía la respiración muy agitada.
- Lo siento - dijo a mi espalda.
Negué con la cabeza.
- Ha sido culpa mía, no debí presionarte.
Me cogió del brazo para que me girara.
- No pasa nada si no quieres - le dije - Sé lo importante que es tu trabajo para tí.
- Tú eres más importante. Y me gusta la idea de dejar todo esto e irnos a vivir a algún sitio tranquilo, a algún lugar donde no tengamos que luchar y seguir sacrificando. Pero necesito algo de tiempo, todavía hay cosas que tengo que hacer.
- Eso, ¿cuánto tiempo será?
- No lo sé. Por eso entendería si decidieras irte con otra persona.
- No podría - le acaricie el brazo - Te esperaré Rogers, no te librarás tan fácilmente de mí.
