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Yue Muzuhara fue una de las primeras hechiceras en el mundo, hace más de 1000 años, sin embargo entre los demás hechiceros, ella era conocida como una bruja al poseer más tecnicas malditas que otros hechiceros. Yue ha sido considerada u...
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Hana abrió poco a poco los ojos encontrándose en una habitación blanca, ya era de día y parecía que estaba en una enfermería. Se sentó en la cama y al mirar aún lado se encontró con su padre mirándola con una gran sonrisa.
—Hola papá. —lo saludo sonriéndole.
Naobito Zenin la abrazó rápidamente.— Sabía que no estabas muerta, eres mi hija, no pueden matarte tan fácilmente. —le susurró y Hana sonrió abrazándolo también.
—Lo siento, debes estar enojado conmigo. —le dijo al separarse.
—No, para nada. Entiendo porque lo hiciste, lo único que importa ahora es que estás a salvo y con vida. Hana, vamos a casa.
Hana asintió sonriéndole y entonces la puerta se abrió dejando entrar a su hermano Naoya.
—Hierba mala nunca muere. —le dijo con una mirada seria y Hana río.
—Debiste llorar por mi supuesta "muerte".
—Ja para nada. —se giró a otro lado el mayor.
—Claro que lloró. —dijo su padre y Naoya rápido negó con la cabeza fastidiado haciendo reír a Hana.
Naobito miró con una gran sonrisa a Hana reír, pensó que nunca más volvería a escuchar esa risa y verla, parecía irreal que ella estaba frente a él ahora mismo. Después de esa reunión y de hablar de varias cosas, Hana salió de la enfermería para buscar a Satoru.
—¿Me estabas buscando? —le preguntó Hana al encontrarlo.
—Si. Iba a ir a verte esta mañana pero tu padre llegó antes. —le sonrió Satoru.
—¿Porque cubres tus ojos? Ya se que son sensibles pero... prefería verte con gafas... —le dijo Hana acercándose a él mientras tocaba el pañuelo que tenía en los ojos.
Satoru la miró de cerca y le sonrió tomándole la mano haciendo que Hana lo mirara.
—Me alegra que estes con vida. —le dijo haciendo que Hana sonriera.— Ven, debes ver algo.
La llevo hasta una habitación, al abrirla soltó su mano entrando a la habitación encontrándose con ese chico de antes, Megumi.
—Oh, eres el chico de antes, ¿estás bien? —le preguntó Hana al mirarlo todavía recostado en la cama.
—Estoy bien. Gojo-sensei me dijo que vendría alguien pero no pensé que serías tú. —le respondió Megumi.
