—Ven, no está tan helada—miró al pelinegro desde el agua, evitaba no tocarla de las manos ya que la herida le dolía.
Hyunjin se levantó, hace rato que estaba sentado mientras se sostenía la cabeza, avergonzado por algo que Seungmin no entendía. Alcanzó a ver las orejas rosadas, junto con una mirada cristalina mientras le observaba en silencio.
—¿Qué pasa?
—Nada—se acercó al borde la piscina, agachándose. Seungmin se apoyó en la rodilla, mojándola con una sonrisa.
—Entra—Se alejó para caminar, el agua le rozaba el abdomen. De fondo escuchó a Hyunjin entrar, incluído cuando sacudió la cabeza para quitarse el agua del cabello. Se giró para verlo, se fijó en las pequeñas gotitas que se deslizaban por Hyunjin, pero en realidad estaba completamente mojado.
Se volvió a sumergir, perdiéndose bajo el agua. Sonrió cuando lo vio llegar a su lado, apareciendo y tomándolo de la cintura, Hyunjin le mojó parte del rostro y cabello al chocar contra su cuerpo, pero no le importó.
—Abre tu boca—Seungmin le hizo caso, pasando los brazos por sobre los húmedos hombros de Hyunjin—Qué obediente.
La lengua del más alto entró como si todo eso le perteneciera, aferrándose a sus labios y a su cadera, que con traviesos dedos rozaba la cremallera de su traje de baño. Seungmin suspiró encantado, entregándose a lo que sea que pasara por la mente de Hyunjin. Le pasó las manos por el cabello, impulsándose hasta levantar las piernas en el agua y encaramarse en Hyunjin.
—Se me ocurrió un chiste muy bueno—susurró con una sonrisa torcida, alejando las manos al instante debajo del agua para sostenerlo de las piernas. Seungmin extrañó el calor de la yema de los dedos de Hyunjin en su vientre, pero fue solucionado cuando este de un tirón los pegó tan juntos que Seungmin consiguió a frotarse en él.
No lograba ver dónde comenzaba Hyunjin y dónde terminaba él.
—No lo arruines—le dijo sintiendo el tibio aliento sobre los gastados y bien usados labios. En realidad no le molestaba que dijera ese bobo chiste, pero le haría reír y no quería usar la voz para reír. Fue brusco y lo tomó del cabello para atraerlo en un beso, disfrutando de que Hyunjin los estuviera moviendo hacia la orilla de la piscina para que nadie los viera.
Pulguita submarina.
Sonrió a través del beso, como quería a ese hombre.
—Sin insultos.
—Es una evolución—Hyunjin se estaba divirtiendo, y le hacía feliz que fuera gracias a él—Mueve tu cabeza.
Seungmin lo hizo, ignorando la voz de una antigua versión suya que le preguntaba por qué mierda dejaba que un hombre le diera órdenes, que lo redujera a alguien necesitado y caliente, con instintos tan primitivos como vergonzosos. Un Seungmin que hacía ruidos extraños y pulsaba su vientre vacío, deseando algo que debía haberle espantando. Pero no, no tenía ese pánico loco de "es un hombre, cómo vas a querer que un hombre te joda" la palabra le hizo gemir, sí, sí.
Hyunjin enterró los dientes en la marca, provocando que la típica ola adictiva subiera y bajara por ambos con rapidez, quemado refrescante y dulce. El más alto susurraba dulce una y otra vez, pero Seungmin no creía que lo que estuvieran haciendo fuese dulce, porque la verdad era áspero, ardía y tan duro que hasta le hacía pensar que se había perdido de mucho en la vida, porque nunca se había besado así de fuerte con una mujer.
—Mío—gruñó cerca de su glándula, pasando la lengua—Dilo.
Claramente eso no debía excitarlo, era una persona individual y no dependía de nadie.
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𝐛𝐢𝐭𝐞/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ
FanfictionSeungmin, un meticuloso omega, contrata a Hyunjin para que le muerda el cuello, un alfa pobre y humilde que hará lo que sea para cumplir con el contrato. Un viaje en crucero por Italia, una semana y media controlando los impulsos de una apresurada u...