Seungmin miró el paquete de pastillas en su mano, apoyando con dolor la cadera en el mesón del baño. Sacó la primera de la tableta y se la tomó mientras se veía a través del espejo.
No sé reconoció, pero lo que veía le gustó.
Dejó el vaso en la superficie y se dedicó a revisar algunos trozos de piel visible, la mordida se veía reluciente y roja, sus ojos todavía tenían pequeños rayos amarillos, una mezcla de ambos. Bajó la mirada sonriendo, alcanzando con la mano la otra tableta, aunque solo tenía una pastilla al medio. La sacó y se le quedó mirando antes de tomarla también, ya al llegar a casa tendría una cita con su médico, BangChan, quería saber si las anticonceptivas que Hyunjin habían comprado realmente eran buena, o que simplemente Chan le recetara otras nuevas para evitar sorpresas.
Qué miedo le daba.
—Hola—contestó la llamada al instante, en la pantalla aparecía el nombre de su mejor amigo—¿Cómo estás?
—Minho me contó todo, menos mal te dignas a contestarme—Seungmin suspiró, no podía guardar ese tipo de secretos cuando Minho iba corriendo a Jisung para regañarlo.
—Ayer estaba ocupado.
—Claro, con tu lengua metida en la garganta de Hyunjin.
—¡Jisung!—se sobó la cabeza buscando paciencia, realmente no tenía ánimos de oír que tomaba malas decisiones—Dónde yo ponga la lengua no te incumbe.
—¡Te advertí!—Jisung, como de costumbre, ignoró lo dicho—Te dije que la unión iba a manipularlos, por eso tenías que resistir la atracción sentimental de necesidad de que Hyunjin no volviera a tocar la mordida—¿Ah si? Quiso decirle porque no recordaba haber escuchado esa advertencia.—Cuando me uní a esa alfa hace unos meses para recuperar mi estado de salud, quedé con una dependencia a la seguridad que me entregaba, y el haber profundizado la relación a algo más emocional como es tu caso solo hará que la separación sea más dolorosa.
La separación.
—Hanji...ah—se paseó por el baño suspirando, su vida era un lío—Jisung, yo no sé.
—¿Qué no sabes?—la habitación estaba en silencio, Hyunjin había bajado a reunirse con Minho para firmar unos papeles de estadía.
Seungmin le dio la espalda al reflejo, el silencio era una agonía.
—No quiero separarme—confesó cerrando los ojos y esperando los gritos de preocupación al otro lado de la línea, pero no pasó nada de eso.
—Ah, es eso—por inercia asintió, Jisung no lo veía retorcerse ante la idea de no separarse de Hyunjin—¿Te gusta estar unido a él?
—No—se apresuró a decir—Es decir, sí, pero es algo más, mucho más importante que la sensación de seguridad y paz. Es...él—quería borrar la sonrisa de su rostro de la pura vergüenza de que a su mente vinieran imágenes de Hyunjin, afirmando lo que decía—Quiero estar cerca de él, y no porque me ofrece algo, sino porque a la vez me ofrece todo sin que yo se lo pida. No me gusta la idea de protección y estabilidad, me gusta la idea de él, solo él como persona, de hecho yo...—tragó conmocionado, con la mano disponible se presionaba la mejilla para despertar del reciente recuerdo de anoche—Jisung, no quiero.
—¿Qué quieres qué diga?—su amigo suspiró más tranquilo, de fondo se escuchaba la televisión encendida—Puesto que ya es tarde para hacerte entrar en razón, no queda más qu-
—Estoy en razón—Seungmin se molestó, lo estaba—Es mi decisión.
—Seungmin
—No, no digas Seungmin como si supieras lo que siento—posiblemente estaba hiriendo a Jisung, pero odiaba cuando trataban de persuadir sus decisiones, no era un niño—Sé que está mal, que no era parte del plan, que hay muchas posibilidad de que esto acabe mal y sufra, pero es mi responsabilidad.
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𝐛𝐢𝐭𝐞/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ
FanfictionSeungmin, un meticuloso omega, contrata a Hyunjin para que le muerda el cuello, un alfa pobre y humilde que hará lo que sea para cumplir con el contrato. Un viaje en crucero por Italia, una semana y media controlando los impulsos de una apresurada u...