Capítulo 18

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Sam.

Corro a abrazarla creyendo que se trata de una jugada de mi mente. Es, es, es imposible.

Pero al sentir su cuerpo contra el mío me doy cuenta que mi amiga de toda la infancia verdaderamente está aquí, conmigo.

La abrazo y me lo devuelve con la misma fuerza. Va vestida con un deportivo y una franela de tiras que va a juego en color negro.

-Si te atreves a llorar maldita perra me devuelvo. –sisea en mi oído, y yo solo me rio intentando contener las lágrimas.

-Yo también te extrañé.

La suelto mirándole la cara, pero me evita.

>>Y la sensible soy yo. Estas que lloras y así te atreves a decirme que no lo haga.

-Cállate. -me dice riéndose mientras se limpia una lagrima que se le escapó.

Miro directamente sus lindos ojos azules. Su cabello rizado lo tiene en dos trenzas que lo recogen todo. No tiene maquillaje y su piel se ve un poco más broceada que la última vez que la vi.

Fue hace ya tanto.

Me mira y sonríe mientras camina y se tira a la cama. Observa el cuarto y sé que esta fascinada porque es mucho más grande y con cosas más nuevas que el que tenía en Venezuela.

-No pienso decir más que: asombroso. Te quedaste sin habitación Sam.-entierra su cara entre las almohadas. Me acerco lentamente y palmeo su trasero con fuerza.

Se voltea rápidamente. -Auuuuu. Eso dolió loca desquiciada. –me da risa su cara.

- ¿Qué puedo decir? Tengo mucho tiempo sin hacerlo. –me encojo de hombros.

-Ya bueno. He venido hasta aquí y mis ganas de chisme están por las nubes, necesito detalles de todo lo que ha pasado con Chris. Llevas dos meses que no me dices prácticamente nada. Y tengo ganas, unas muy grandes por saber cada cosa. –sus ojos brillan y me causa hasta ternura, pero se me pasa porque no sé si quiero que me restriegue algo que ella sabe y yo también.

-Tanto tiempo sin verme, ¿Y quieres hablar de eso?

Me hala del brazo y caigo casi sobre ella. Nos acomodamos y primero la obligo a que me cuente como ha venido y por cuanto tiempo estará.

Me dice que mi padre unos días después de nosotras llegar aquí, cuando estuvo en Venezuela habló con ella y le propuso que trabajara en un almacén. Un sueldo justo que, obviamente se gastó una pequeña parte en ropa y comprándose sus cosas, y la otra la lleva ahorrando.

Mi padre antes de venirse le propuso pagarle el pasaje de ida y venida como un regalo de navidad hacia mí, puesto que sabe que la extraño muchísimo, y la verdad me parece un grandioso gesto. Beth, claramente aceptó y aquí está.

Con sus ahorros dispuestos a llevar ropa bonita y barata, o quitarme la mía en todo caso.

Luego, le cuento todo completamente sin tratar de perder un solo detalle desde el instante en que llegué. La cara de Beth es indescriptible. Esta asombrada y casi babea cuando describo los chicos y le muestro las fotos que tengo con ellos.

Especialmente le gustó Adam. Dice que ya se imagina intentando domarlo. En fin, está loca.

A Adam no lo doman ni porque este drogado y a punto de caer en un coma etílico.

Y vi también que Gabriel con su cara seria y ese cuerpo le ha causado mucho interés. Esto sera algo digno de ver.

Le explico que esta noche Chris vendrá a cenar, puesto que lo presentare como mi novio oficial ante mis padres, y que luego saldremos a beber unas copas con los chicos, incluyendo a Mel, Crisbell y sus hermanos.

Amor sin medidas (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora