Capítulo 13

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Chris.

-Alex.

Silencio. Hasta que responde:

-Chris.

Tuerzo el gesto en una mueca al ver su expresión. Como supuse iba a ir corriendo (juraría que literalmente) y le contaría todo a Sam.

Aunque lo cierto es que me da igual que lo haga, ya cumplí con mi propósito.

Pero también conozco a Alex y sé que se tomó mi mentira como una traición.
Una pequeña mentirita según mi criterio.

-No te mentí, no le hice daño. Le di placer mas bien. –rasco mi nuca en una señal de incomodidad.

-Bien, ahora dame permiso que debo ir a arreglar lo que, por tu culpa, jodí. –da un paso con la clara intención de empujarme para poder salir.

Antes de que llegue totalmente a mí, le digo:

-No te mentí Alex, no te traicioné. Tu amistad vale mucho más que eso.

-Dame permiso Chris. –sisea entre dientes, mirándome retadoramente.

-Lo haré. Pero antes debes saber una cosa: No fui capaz de dejarla sola con los strippers. Nunca nadie la tocó, solo yo.

Veo como se tensa, posiblemente midiendo la magnitud de mis palabras, y sé que él, solamente él, que me conoce desde hace ya tanto, es capaz de ver el significado tras ellas.

- ¿Por qué? –pregunta mirándome fijamente.

Y sé que esa respuesta lo cambiaria todo:

-Porque ella es mía.

***

-Ella no es tuya Chris, no es un objeto al que puedes manejar. –veo como la tensión abandona su cuerpo, y con ella, parte de la mía.

-Jodidamente que lo sé. Pero ella es mía, me pertenece. Solo yo tengo el derecho de tocarla, de hacer que produzca esos soniditos entrecortados que salen de sus labios, los mismos que me están volviendo loco. ¡Joder! ¡Maldita sea!

-Ew, hombre, demasiada información, pero te creo Chris. Ahora dime porque traes esa cara, si se supone que la del castigo era ella, no tú.

-Lo sé, pero como el infierno que me estoy volviendo loco. Si no la tengo pronto, explotaré. Y no soy tan idiota como para creer que esto me lo baja otra.

-Todavía no me creo que te guste Sam, y que estés así con alguien. Apenas la conoces de hace menos de dos meses, y ya pareciera que perdiste la cabeza.

-Tengo otra cabeza que va a explotar pronto por culpa de ella.

- ¡Ay Chris por Dios! Guárdate eso para ti solo. –Alex hace una mueca de desagrado y con eso suelto a reír, sabiendo que todo ya está bien entre nosotros.

-Me parece muy bien. Pero mejor vamos y me das una cerveza que tengo sed, Alex. Samantha en el secuestro me chupó la vida.

-Y tu deseando que te chupara otra cosa. –comenta por lo bajo, sabiendo que lo alcanzaba a oír.

-¡Chúpame la polla mejor tú gilipolla de mierda!

Trato de colocar una cara de matón (Toda seria, sin vida, como ustedes ya saben) pero ver a Alex reírse lo dificulta, y pues, mis hermosas y perfectas facciones lucen mejor cuando sonrío.

-Las ganas de morir tuyas las llevas como en la sangre Alex. –bufo con molestia fingida.

-Ni se te ocurra golpearme Chris, que he estado practicando boxeo con el amigo tuyo. –dice limpiándose las lágrimas de los ojos. Este cabrón.

Amor sin medidas (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora