Dos días más tarde, Louis miraba el desierto y unas montañas cubiertas de niebla a lo lejos por la ventanilla del avión privado de Harry. Un nudo de inquietud se instaló en su garganta.
Allí era donde lo habían secuestrado, donde esos hombres...
Harry le dio un apretón en su hombro, como si hubiera leído sus pensamientos.
–¿Estás bien?
No, no estaba bien. Se había dicho a sí mismo que podía hacerlo, que era lo que debía hacer, pero el desierto le evocaba terribles recuerdos.
–Sí, estoy bien –murmuró, intentando calmarse.
Harry debía haber notado su ansiedad, pero en lugar de apartarse o cambiar de tema se inclinó hacia él para reconfortarlo, el calor de su cuerpo atravesaba la chaqueta y la camisa.
Louis se mordió los labios, atónito por la repentina punzada de deseo que despertó en su cuerpo. Incluso ahora, con esos horribles recuerdos amenazando su frágil compostura.
–Esas colinas marcan la frontera entre Ankara y Assara. Te secuestraron allí y luego te llevaron al campamento en este lado de la frontera, por eso mis hombres no encontraban tu rastro. Si hubieras trabajado en Ankara, al menos habría podido identificarte por la visa de trabajo.
Louis miró las montañas con el estómago encogido.
–El paisaje es muy parecido en un lado y otro de la frontera.
–Es una zona muy pobre –siguió él–. Esa es una de las razones por las que estoy pensando permitir la exploración mineral en la región.
–Las minas no siempre llevan prosperidad para la gente de la zona. Además, la mayoría de las empresas llevan a sus propios trabajadores de confianza.
Louis trabajaba en la industria, pero eso no significaba que no viese sus defectos.
–Eso depende de los términos que se negocien. No firmaré los permisos a menos que prometan dar empleo a la gente de la zona y que parte de los beneficios se inviertan en iniciativas regionales.
Louis parpadeó. En su experiencia, los beneficios eran siempre para los millonarios inversores.
–Eso es admirable.
–¿Pensabas que tenía un interés personal? –le preguntó Harry con tono distante, incluso molesto.
–No, no...
–No pasa nada, Louis. Es lo que piensa mucha gente –dijo él, con cierta amargura–. Pero de verdad estoy interesado en mi nación. Quiero que prospere, que tenga un mejor presente y un futuro prometedor.
Louis se sentía intrigado, no solo por sus palabras sino por el gesto de vulnerabilidad que desmentía su altiva expresión.
–¿Tus compatriotas no creen que estés interesado en ellos?
Harry se encogió de hombros.
–Algunos sí, no todos. Me pasé varios años escandalizando a la sociedad con un estilo de vida temerario y egocéntrico, para algunos es difícil creer que he cambiado.
–¿Estás citando a alguien?
–¿Perdón?
–Eso de ser temerario y egocéntrico. Parecen las palabras de otra persona – dijo Louis. ¿Quién lo habría dicho? ¿Y por qué esas palabras se habrían quedado grabadas en su mente?, se preguntó–. Ahora no eres temerario y egocéntrico.
No era una pregunta. ¿Cómo iba a serlo cuando había intentado protegerlo en el desierto, lo había buscado durante más de un año, había aceptado su papel como padre de Alex sin cuestionar nada, sin sugerir siquiera una prueba de paternidad?
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AMANTES DEL DESIERTO [LS AP]
FanfictionCuando Harry, un príncipe del desierto, fue secuestrado junto al geólogo Louis Tomlinson, la desesperada situación de vida o muerte a la que se enfrentaban llevó a un apasionado encuentro. Después de ser rescatados, Harry le perdió la pista a Louis...