CAPÍTULO 12

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Harry hervía de indignación mientras entraba en su despacho. Se sentía satisfecho después de pedir la dimisión del Ministro del Interior, pero no era suficiente.

–¿Cómo ha ido la reunión? –le preguntó Liam.

–Como había esperado. Ahora tenemos un puesto vacante en el Ministerio del Interior –respondió él.

Y un ministro ofendido. El viejo se había creído intocable.

–Estupendo. El Consejo funcionará mejor sin él.

Harry metió las manos en los bolsillos del pantalón.

–Esperaba que me aconsejases paciencia.

Liam se encogió de hombros.

–Le has dado muchas oportunidades y te has puesto en contra a la vieja guardia, pero era un desastre. Solo servía para retrasar las reformas.

Harry enarcó una ceja. Liam estaba siendo sorprendentemente sincero ese día.

–¿Qué ha pasado?

Algo había provocado esa actitud.

Su secretario personal señaló el ordenador.

–Los informes de prensa son peores de lo que habíamos pensado. Han conseguido fotografías de Louis y Alex en Cumbria... y empiezan a especular sobre la paternidad del niño.

Harry se pasó una mano por el pelo. Él había querido legitimar a Alex lo antes posible, pero Louis había preferido que esperara un poco más.

–Muy bien, entonces lo saben.

–Eso no es todo –dijo Liam entonces–. Además de los rumores sobre tu paternidad, algunos miembros del Consejo ya saben que te has mudado a la otra zona del palacio para estar con Louis.

–¿Y bien?

–No lo aprueban, insisten en que rompas tu relación con él... o abdiques.

–Como si tuvieran poder para exigir algo así. A ver si adivino quiénes son.

Harry dijo unos nombres, todos amigos del ministro despedido, y Liam asintió.

–Amenazan con hablar con Zayn y pedirle que regrese y asuma el trono.

Harry apretó los dientes. Lo último que su hermano quería era una delegación de carcamales molestándolo.

–Él renunció al trono y no va a cambiar de opinión.

Solo su hermano y él sabían las razones para su renuncia. La prueba que se hicieron para la posible donación de médula había revelado que Zayn, no él, era el hijo ilegítimo, el hijo de otro hombre.

Harry siempre había pensado que eso había precipitado la muerte de su padre. La revelación de que el hijo favorito, al que había cuidado tanto, su heredero, no era de su sangre sino su despreciado hijo menor.

Zayn había acudido al funeral y se había quedado para ver la coronación, pero después se había ido de Ankara. Y no tenía planes de regresar.

–¿Eso es todo?

–No, me temo que han publicado un artículo muy desagradable sobre Louis.

Harry empezaba a verlo todo rojo.

–Ya imagino. ¿De dónde ha salido ese artículo?

Liam mencionó el nombre de un periódico que pertenecía a un amigo del ministro del Interior.

–Llama al departamento jurídico y diles que preparen una demanda por difamación.

Iba a cortar aquello inmediatamente, antes de que llegase a oídos de Louis.

AMANTES DEL DESIERTO [LS AP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora