‹Hola›

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Ese enfrentamiento había dejado muy en claro quien era superior.

Cuando llegamos a la guarida con su jutsu, Tobi no dijo nada, su aura eufórica había desaparecido.

Estaba dispuesto a marcharse, siempre se iba cuando me ayudaba en algo, ya que él sabía que me gustaba quedarme sola cuando estaba de mal humor.

— Tobi. –pero está era la excepción —. Necesito que me acompañes a un lugar.

Cuando dije eso, aún dándole la espalda, pude sentir como nuevamente su aura de niño risueño volvía, pero esta vez con nervios de por medio.

— ¡Claro Sempai!, ¿A dónde quiere ir?.

No conteste y comencé a caminar hacia la salida indicándole que me siguiera, dando saltos me siguió hasta llegar de nuevo al exterior; volvió a preguntar a donde íbamos, y nuevamente no respondí.

Saltabamos de árbol en árbol, pero tomamos un atajo, Tobi estaba inquieto desde que salimos, por lo que lo tuve que tranquilizar diciéndole que ya casi llegábamos, como lo odiaba con esa actitud, principalmente por aquello.

Mi semblante no cambió en absoluto cuando nos acercábamos cada vez más a Konoha, por su parte, el azabache estaba nervioso, demasiado nervioso, caminamos a través de las cabezas de los hokages, por los frondosos bosques hasta llegar a aquel prado con flores amarillas que adornaba el atardecer.

—Es aquí. —dije mientras le sonreía ligeramente, su estado era de shock, no dijo nada, ni artículo una sola palabra. —¿Acaso no recuerdas esto?.

Pregunté mientras me alejaba unos pasos de él, miré los rayos de sol chocar en las flores, esto era nostalgia pura.

—N-No entiendo de que habla Sempai, el lugar es muy b-bonito, pero Tobi nunca lo había visto en su vida.

Quite mi sonrisa cuando terminó la oración, tragué en seco y me di la vuelta para mirarlo, coloqué una expresión de desilusión mientras cada vez más su notorio nerviosismo lo consumía.

— Enserio me duele que Nadie me reconozca, Malditos Traidores.

Él retrocedió, reí ante su reacción, cubrí mi boca hasta que se me fue la risa, después mire mi mano, y de nuevo mi pecho dolía, la nostalgia era tal que no aguantaría otro minuto más e ese lugar sin perder el control.

— ¿Y bien?, ¿Aún no recuerdas?, ¿O seguirás jugando al Imbecil?.

Esta vez no podría escapar, no volvería a dejar que se apartará de mi lado, nunca más.

— ___________.. Yo..

Sonreí, eso fue el detonante, aquella sonrisa que a él siempre le había gustado, aquella sonrisa que lo volvía vulnerable, la había vuelto a hacer, aquella simple cosa, que ahora se suponía que no había quedado en mi.

— Hola , Obito. E oído algunas cosas de ti.

Él quería hablar, quería acercarse, pero su cuerpo no le respondía.

Y bien, cuando pudo mover una de sus piernas, un fuerte golpe lo hizo caer al suelo, para después perder el conocimiento. 

Pd: poner la canción "Hello" de Adele para mejor experiencia

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Pd: poner la canción "Hello" de Adele para mejor experiencia.

Umbrella.   »Obito Uchiha y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora