‹Desear›

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Contenido 18+. 

Si no le causa repulsión las relaciones sexuales, continúe, pero en caso de que si le molesten, le pido que cuando vea el indicado, salte de capítulo.

Mujer dominante, hombre sumiso, masoquismo, vendas en ojos, juguetes sexuales y vocabulario violento.

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Punto de Vista: Obito.

Mi cabeza dolía, y el zumbido de mis oídos se disipaba con el pasar de los segundos, indicando que estaba recobrando la consiciencia. Parpadee varias veces para acoplar mi vista, ya que una zona en especifico punzaba fuertemente, impidiendome concentrarme en recobrar los sentidos.

Mi respiración se regularizó y fue entonces cuando note que no podía moverme; estaba encadenado, con mis brazos extendidos y mis tobillos atados a la pared. Aún tenía la capa de la organización, traté de recordar lo que había pasado, pues pensaba que los de konoha nos habían capturado.

Por un momento en esa pelea me había olvidado que ellos ya no eran mis compañeros, renuncie a mi aldea hace años, sólo para poder verla otra vez, a ella, sólo por ella.. 

Ella

Todo volvió a mi de golpe, mire la habitación oscura que más bien parecía un calabozo, traté de activar mi Kamui, pero algo me lo impedía; volví a moverme, intentando zafarme de aquellas cadenas. Solo conseguía lastimarme en cada intento que daba.

Paré en seco al escuchar pisadas, me quedé callado tratando de captar quien era, mi respiración y el sudor descendían por mi cuerpo, ella abrió la puerta, me miró con aquellos ojos azules que tanto llegué a adorar. Lo único que cambió fue su mirar, ya no era el mismo de aquellos años.

—Veo que ya recobraste la conciencia, eso es bueno. Espero que el sedante haya funcionado.

Se acercó para desencadenarse, mi cerebro decía una y otra vez que escapara con el kamui, sin embargo, mi cuerpo ya no daba señales de querer responder, ni siquiera podía mantener mis ojos abiertos. Cada segundo que pasaba, notaba que mi respiración se hacía más entrecortada, y mi saliva era cada vez más abundante, ahora de mi boca solo salían jadeos mientras _________ me cargaba como una ligera pluma.

Colocó sus manos en mis muslos, mi cara caliente se escondía en su cuello tratando de ver algo más que no fuera su delicioso aroma, me relamia los labios para no dejar caer la saliva, no entendía como tenía tal fuerza para cargarme. 

No dijo nada hasta que llegamos a una habitación, entró aún cargandome mientras lo único que pensaba era en cómo hacer que la temperatura bajará; me sujete de su cuello cuando se inclinó hacia adelante, cuando sentí el morfeo, me solté y caí en la suave cama con tela blanca.

Examine la habitación bien cuidada, mientras que ________ se iba hasta un tocador dándome la espalda; mi respiración aún seguía agitada, mi pecho iba de arriba a abajo mirando como aquella capa negra resaltaba sus caderas, pronto descubrí que el calor se iba expandiendo hasta la parte baja de mi abdomen.

Umbrella.   »Obito Uchiha y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora