—No, no... —siseó y Hunter casi rompe en llanto al oírlo negarse.
Sus ojos llorosos se encontraron con la inmensa oscuridad en el rostro consumido del alfa, mismo que sonrió con esa abrumadora presencia.
—Eso no es un beso de verdad —continuó, deslizando su lengua sobre sus labios—. Esto lo es. —Abrió esa pequeña boca con su dedo pulgar, hizo que lo chupara y apoyó la yema en la lengua de Hunter, dejando su cavidad abierta y jadeante, arremetiendo en un beso salvaje y necesitado.
—Ah, amh... —gimió sonoramente por la corriente eléctrica que subió por su espalda.
Pasados cortos dos minutos los ángeles guardianes de la castidad de Hunter tuvieron un halo de misericordia y milagrosamente la mente de Kilian se centró, repitiéndose que no debía ceder ante el celo omega.
Tomó distancia, donde un fino hilo de saliva entre ambos no hizo más que despertar su sed de más. Pero Kilian Hemsworth no era cualquier alfa de voluntad débil y jamás cayó ante el celo de nadie, planeaba resistir al de Hunter como al resto de omegas.
—Te prohíbo darme la espalda. Si lo haces, me enfadaré y no volveré a tocarte.
—¿P-Por qué? —contestó con su voz entrecortada por el calor y la quijada de Kilian se tenso.
Vaya error pensar que podría resistirse a Hunter como si fuese un omega más, sin tomar en cuenta la cantidad de sentimientos que despertaba en él, lo inigualable que era su aroma y esa creciente ansia de poseerlo. De ser el más cercano a él.
De ser su alfa y ese chico su omega.
—Porque si me enseñas tu nuca, no sé si pueda contenerme —admitió al fin, dándose cuenta que esto sería jodidamente complicado.
El pulso en Hunter se revolucionó y su erección pulsó.
—Pero quiero que lo hagas —sollozó y contrajo sus muslos a los costados de Kilian, incómodo por el lubricante que descendía por su intimidad.
El golpe directo al autocontrol del alfa no pasó desapercibido, mordió el interior de sus mejillas y gruñó de una manera grave y firme, conciente gracias al dolor y excitado a causa de la situación.
—Vaya... Se ve como si de verdad lo desearas —susurró cargado de deseo, con sus manos recorriendo lentamente la espalda de Hunter bajo su camiseta—. Dilo de nuevo estando en tus cinco sentidos.
Lo vio removerse y la intensidad de ese olor dulce llamó más su atención, pero esta vez, en vez de retener el aliento, respiró profundamente.
—Hey... —Tocó con su dedo índice la erección del omega a través de la tela y todo su cuerpo de estremeció— Demonios ¿Qué diablos estabas soñando, omega? —siseó complacido, viéndolo estremecerse y removerse mientras liberaba más y más feromonas.
Peligro inminente en proceso.
—Oye, reacciona de una vez —demandó con su garganta seca, hablándose a sí mismo.
Lo quiso alejar de sí, pero Hunter, todavía inconsciente, mordió la mano que quería separarlo de su querido alfa, al cual se aferraba.
Olió y chupó esos mismos dedos heridos, que mordió anteriormente, lo hizo de una manera tan necesitada que toda la sangre en el cuerpo de Kilian bombeó con fuerza
—Me lo haces tan endemoniadamente difícil —masculló moviendo sus dedos y sintiendo esa lengua húmeda recorrerlos, su paladar y mejillas calientes, la presión y succión que ejercía Hunter con cierta desesperación.
Alejó su mano al darse cuenta de la situación y eso ofendió de algún modo al omega.
—¿Por qué me rechazas? ¿No te agrado?¿No me quieres? —inquirió demandante, asombrando a su contrario.
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KILIAN (especial omegaverse)
RomanceHunter es conocido en su instituto como "el falso omega", ya que a pesar de tener 18 años, todavía no tuvo su primer celo e incluso sus feromonas cotidianas pasan desapercibidas por lo débiles que son. O así era hasta la llegada de un chico nuevo a...