DIECISIETE

35.4K 2.6K 2.1K
                                    

Kilian despertó por un ruido proveniente de su cocina.

Quizá algún intruso, personas en busca de hacerle daño, llevarlo al mismísimo infierno... esos pensamientos eran usuales para alguien como él que vivía solo hacía tanto tiempo y estaba acostumbrado al peligroso silencio.

Intranquilo ante los ruidos y alerta en la oscuridad.

Siempre alerta.

Todos sus receptores nerviosos se pusieron de inmediato listos a enfrentar el desastre.

Todas sus feromonas agresivas descendieron al oler y ver que era otro tipo de desastre el que se hallaba ante sus ojos: ese encantador omega merodeando en la cocina, con un bowl en sus manos, cáscaras de huevos y pequeños sectores con harina derramada.

Sin anticipar su propia reacción: sonrió. Todo lo malo  parecía insignificante y lejano al ver su ceño fruncido mientras batía como si su vida dependiera de ello con su cara inclinada.

El omega se percató de su presencia y sonrió algo avergonzado por su apariencia de lunático batiendo mezcla a las dos de la mañana.

—N-No podía dormir, así que vine a preparar hotcakes, perdón si te desperté...

«Vaya hobbie extraño» pensó el alfa ladeando su cabeza y cruzando sus brazos, apoyando su cuerpo en el marco de la entrada de la cocina.

—¿Cuando tienes insomnio cocinas?

—Generalmente.

—Tu aroma... Justo ahora es como si estuvieras ansioso —bostezó esta última palabra y eso solo puso un poco más cohibido a Hunter, quien ahora batía con ímpetu.

Solo contaba con su pijama y mucha ansiedad, claramente intentó ir a dormir y no lo consiguió.

—Lo estoy —admitió honestamente—. Todo es bastante estresante, hay muchas cosas nuevas y otras cosas viejas que no dejan de resurgir: como mis tías haciendo sentir mal a mi primo Derek... mi hermano me cuenta lo que sucede en busca de ayuda y realmente no sé qué hacer ¿Cómo explicarle las cosas a un niño? "Tus tías son una caca con patas" no suena adecuado, tampoco les puedo decir arpías porque es muy pequeño y vive con ellas ahora y ahg... —más fuerte revolvía y de repente bajaba la velocidad cuando se calmaba—. Cocinar me relaja, distrae o ayuda a pensar con claridad... Es una especie de hábito o catarsis.

—Bueno, trabaja con tu salud emocional o terminaré obeso si me sobrealimentas por las noches —ironizó el alfa y Hunter frunció sus cejas juguetonamente.

—Pues vete a seguir durmiendo —soltó con falso enojo.

—No quiero que estés solo —dijo tal frase con normalidad—. No puedo ayudarte a cocinar porque lo arruinaré, pero puedo quedarme y comer contigo lo que prepares.

Eso hizo al menor abrir los ojos y ruborizarse.

—Ya me hago una idea de los apodos nuevos que me pondrán: "Killer, el asesino balanzas".

—Pff —soltó una genuina risotada y vertió el contenido en el sartén que trajo de su casa—. Nadie te obliga a comer lo que preparo y puedo jurar que con las porquerías chatarra que comes mis hotcakes son lo más sano que entrará a tu garganta.

—Cosas que entran en la garganta, que mala elección de palabras, trajiste recuerdos interesantes a mi mente ahora mismo... —susurró malicioso al acortar toda distancia y oler su nuca.

—N-No hagas eso.

—¿Por qué?

—Porque no.

—¿Lo odias?

KILIAN (especial omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora