Pov Frank
Me detuve frente a la puerta número X13 dentro de este escondido motel y un sudor frío descendió por mi sien.
Tenía una pésima sensación, como si dentro de mí supiera que no debía cruzar ese umbral, no era a mí a quien Matthew había llamado.
¿Por qué no fui su primera opción y quién diablos era Tao?
La simple idea me frustró.
Nuestra amistad siempre fue así: yo lo persigo y él me evade. Pero no del todo, solo fingía no disfrutarlo y eso me generaba más ganas de mimarlo y curiosidad.
Así nuestro bello círculo vicioso donde yo estoy sobre él y él bromea con asesinarme mientras duermo seguía su bello curso.
Estoy seguro que el fondo también me quiere, su forma de hacerlo es silenciosa, eso es todo.
Es, ¿reservado? Lo es cuando se trata de mostrar amabilidad, emociones o verse vulnerable.
Creo que prefiere arrancarse sus doradas pestañas una a una antes que decirle a Hunter que lo quiere y es un hecho que lo hace.
No estoy delirando, tengo pruebas: recuerdo en segundo año cuando recibió su certificado de omega y Ronald (de tercero) lo llamó un omega sediento de semen cuando lo interceptó en los baños esa misma tarde, cosa que Hunter no se quedó callado y temblando le gritó que no era de su incumbencia. Matt se interpuso entre ambos y lo sacó del brazo como si nada hubiera pasado.
Si fuera yo, le habría bajado los dientes, pero en ese momento eran solo Hunter y Matthew los que estaban en el baño con el imbécil. Me pareció de mal amigo que el rubio no interfiriera de manera explosiva o recriminativa; pero su expresión cínica y mordaz no me dejaba tranquilo, algo planeaba y lo observé detalladamente esa semana.
Así lo descubrí: Matt grabó a Ronald en el momento justo de ser rechazado por Susan del salón de economía y cómo rogaba pidiéndole de rodillas una oportunidad, a lo que ella le decía que no quería salir con un tipo tan malo en la cama.
Todo fue orquestado por Matt, de principio a fin. De hecho, Susan lo sedujo y después le rompió el podrido corazón, ya que tenía un largo historial de intimidar a omegas. Mismo rubio que después le pagó a la pelinegra de alguna manera.
Cuando le pregunté si sabía sobre el vídeo que rondaba la escuela y estaba en boca de todos, él se encogió de hombros y fingió desinterés.
Matt quiere de maneras misteriosas.
Retorcidas y misteriosas, pero en el fondo quiere demasiado, ya que en segundo año no éramos amigos desde hace más que unos meses y eso no le impidió actuar a su forma para proteger a Hunter.
Así hizo varias cosas que, si no lo estuviera viendo constantemente, no habría notado.
Cada una de sus acciones despertaba más mi interés y ganas de estar a su alrededor. De molestarlo y acariciarlo, cosa que él rechazaba de una manera poco convincente para mí.
Lo observo desde entonces.
Ahora que lo pienso, siempre estoy viéndolo. Expectante a sus falsas sonrisas y preocupado por las ojeras bajo sus ojos.
Y nunca dudaría que si algo me pasara, Matt estaría ahí para ayudarme a encontrar la solución. Si algo terrible me atormentara, él sería el último en rendirse y cubriría mi espalda.
Amo eso de él.
Miré mi mano derecha que sujetaba la bolsa con supresores, agua y medicamentos para aliviar el dolor en los celos.
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KILIAN (especial omegaverse)
RomanceHunter es conocido en su instituto como "el falso omega", ya que a pesar de tener 18 años, todavía no tuvo su primer celo e incluso sus feromonas cotidianas pasan desapercibidas por lo débiles que son. O así era hasta la llegada de un chico nuevo a...