Ocho

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-¡Buenos días!-exclamó Whis abriendo las ventanas de par en par para que el sol entrará.

-¡Whis,por favor!

-¿No se siente bien?-le preguntó Whis al verla convertirse en un capullo entre las sábanas.

-No,pero duele menos -le respondió asomándose por entre las almohadas-Necesito que vayas por unas toallitas...

-Esta bien-le respondió sin ningún ánimo en particular y dejo la habitación para volver media hora después con una bolsa en la mano.

Para entonces Bell estaba sentada en el borde de la cama, secando su cabello con una toalla. Tenia puesto un atuendo deportivo y unas calcetas a rayas. Cuando revisó la bolsa se sorprendió de la variedad que le llevó,pero no hizo comentarios. La actitud de Whis era un tanto diferente a la que tenía antes de irse.

-¿Te pasó algo?-le preguntó la muchacha apartando la toalla de su cabeza.

-No...

-Avísale a tu cara.

-No ha sucedido nada-reitero Whis y fue hacia la puerta,pero regreso sobre sus pasos para ir hacia el baño. Volvió con otra toalla-Su cabello todavía está mojado...

Bell no protestó. Él ni siquiera se lo preguntó. Sólo comenzó a frotar la toalla contra el cabello de la muchacha.

-¿Algunas vez han roto con usted? Amorosamente hablando...

-Una vez...

-¿Por qué?

-Porque no recogí la basura-le contestó la muchacha con tal honestidad que aunque la respuesta fue insólita,sonó creíble-Basicamente fue una excusa para romper con algo que no tenía futuro...

-Entiendo.

-¿Rompieron contigo? ¿Viste a tu ex cuando fuiste a la tienda?

-Asi es -le respondió sin sorpresa por aquellas preguntas-Fue una relación difícil.

-Tal vez sólo la postergaron demasiado. Siempre hay un punto de inflexión. Un momento en que puedes escoger entre seguir o detenerte. Suele suceder al cumplir un año de relación.

-Parece saber mucho de estas cosas-le comentó Whis un poco curioso.

-Presto atención y aprendo de la experiencia,para aplicar ese conocimiento a la siguiente situación,sea mia o de otro. Todo se parece al final-le dijo la muchacha-¿Quieres contarme? Soy buena para oír a los demás...

-No lo dudo,pero usted se me hace un auditorio forzado. No me tome a mal,lo quiero decir...

-Tienes razón-lo interrumpió Bell-Soy la persona que oye a todos porque todos me buscan para ello. No estoy segura de a qué se deba,pero la gente me habla de sus vidas con confianza y esperan mi respuesta...

Whis que estaba detrás de ella, con una rodilla apoyada en la cama, se apartó un poco para luego sentarse al lado de la muchacha.

-¿Quiere escucharme?-le preguntó Whis después de un rato.

Ella lo miró con extrañeza, luego se sonrió.

-Sí... cuéntame-le dijo dejándose caer de espaldas sobre la cama, con las manos entrelazadas sobre su abdomen.

-Muy bien...-murmuró Whis e imitó a Bell antes de empezar su larga historia.

Bell escuchó con atención todo el relato. Casi no interrumpió. Sólo hizo preguntas para demostrar que le estaba poniendo atención. Durante toda la historia Whis nunca dijo el nombre de la persona de la que hablaba y sólo se refería a esta como "mi pareja"  un detalle del que ella tomó nota, así como también de como cambiaba el tono de voz de Whis cuando se refería a esa persona.Al terminar,después de dos horas, los envolvió un profundo silencio.

-Entonces todavía quieres a esta persona,sin embargo ,no le darás otra oportunidad-comentó Bell y Whis la miró-Te tomará tiempo poder apagar esas brasas...

-Lo sé. No es sencillo matar un sentimiento-le dijo Whis.

-No,no lo es... Incluso si nunca llegó a ser más que eso,no es fácil terminar con algo así -comentó la muchacha como si se le hubiera escapado un pensamiento.

-Para no pensar en esa persona es que conseguí este empleo.

-Entiendo...

-Crei que se le haría algo estúpido-le señaló Whis.

-Cada quien lidia con sus sentimientos de la forma en que considere mejor-declaro la muchacha y guardo silencio un instante-Algunos se van de parranda,otros lloran,hay quienes consiguen empleos muy por debajo de sus capacidades y otros sólo guardan silencio...

-Esos últimos deberían decir lo que sienten.

-A esos últimos nadie los oye.

-Tal vez,en el fondo,no quieren ser oídos-le dijo Whis y levantó su larga mano,como si esperará recibir algo-Quizá todo lo que buscan es alguien que les de un poco de atención,asi como ellos prestan la suya a todos y aprenden a conocerlos...

Bell se quedó viendo aquella mano. Con cautela llevó la suya hasta esos dedos y se sujeto con timidez. Whis la apreto un poco y terminaron tomados de la mano como dos niños.

-¿Hay algo que quiera contarme?-le preguntó y ella en voz muy baja le dijo:

-Estoy triste y me siento sola...

Nadie hubiera imaginado que Bell tenía su corazón roto por un amor que nunca sucedió. Tampoco alguien se hubiera podido dar cuenta de lo que pasaba con Whis. Esa mañana descubrieron que tenían algo en común. Claro que cada uno lidiaba con ello a su manera y no era precisamente su mal de amores lo que compartía,sino una soledad que no tenía que ver precisamente con la presencia o ausencia de las personas. Tendidos boca arriba en esa cama,tomados de la mano, ambos soltaron un llanto recatado. Unas lágrimas medio orgullosas,pero que quemaban como agua hirviendo.

Yo mando aquí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora