veintisiete

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Minhyun jalaba el cuello de Jungkook, mientras Jimin hacia la oración hacía el cielo. Yoongi bufó sobando su cien. Gguk, bueno el solo miraba la puerta con el rostro azul de miedo.

La señora Park cruzó sus brazos, estaba perdiendo la cordura con los diferentes olores que salían de la puerta, ¿Por qué habían dos olores diferes?.

Jungkook empujó a Minhyun quien cayó al sofá, haciendo una mueca de dolor por su trasero profanado. El alfa apartó a Jimin y Yoongi cómo trapos caminando asta la puerta; hay que destacar que Jeon mantenía su mirada insufrible e impasible.  Los hombres de la señora Park, tocaron de nuevo; la mujer se estaba impacientando, más cuando sus hijos estaban en el departamento, y no iban por el llamado. Jungkook abrió la puerta, el alfa miró a los dos hombres de traje, y una mujer que casi era de su estatura, y sobre todo una alfa, una mujer elegante con un vestido costoso, tacones y un sombrero negro, cubriendo su cabellera negra como la noche; para Jeon era el tipo de mujer ricachona que desbordaba plata.

El alfa no se intimido ante la mirada de los dos tipos, en cambio elevó su ceja, dirigiendo su vista hacía la mujer que le inspeccionaba de pies a cabeza, eso le irritó.

—¿Tú quien eres?—dijo la mujer con su voz elegante.

—su yerno.

Ante esa declaración los demás cayeron hacia tras literalmente, ya que el menor no había temido ni siquiera había cambiado su expresión neutral; la mujer arregló su sombrero, asintiendo sin demostrar alguna emoción.

—puedes dejarme entrar—el menor se hizo aun lado, dejándola pasar con los dos hombres. Jeon gruñó con levedad con su sonrisa arrogante, los hombres apartaron sus vistas de el, sintiendo sus lobos intimidados.

Jimin sonrió nervioso, mirando a su madre entrar con elegancia. La mujer miraba todo el departamento mientras se quitaba los guantes que portaba, además de dirigir su vista a las personas presentes. Minhyun tembló tocando su marca con una bendita.

—¿Esa es la manera de saludar a su madre?—dijo elevando una ceja sería. Los dos menores tragaron pesado, Yoongi se mantenía al margen de lo que pasaba.

—¡Mamá!—Minhyun se levantó dispuesto abrazarla, pero la mano rápida de su madre le sostuvo de la barbilla, apartando a un lado su rostro. La mayor frunció su entrecejo notando la bendita que cubría unas marcas rojas, justo donde una marca tendría que estar marcando su sello por un alfa. 

—veo que ya estás marcado por Félix—espetó la mujer, quitando la bandita, lo cual no cambio su expresión inquisitiva. Minhyun tembló, pidiendo ayuda con su mirada a su hermano. Gguk y Yoongi solo eran espectadores de lo que pasaba—es…¿temporal?—dice la mayor quitando su mano de la barbilla del menor.—exijo una explicación, y por qué hay dos alfas gemelos en mi departamento, ¿De quién es esa marca?—Jimin respiró hondo, sin embargo antes de abrir sus labios, Jungkook se adelantó caminando aburrido asta la mayor, con su pose relajada. La señora Park Ji-Eun elevó su mirada con seriedad, esperando palabras del alfa. Ella creía que ese chico tenía agallas, ya que había usado su insolencia para llamarla suegra, y luego para estar enfrente de ella, imponente cómo el alfa demandante que es.

—es mía…—dice el menor sin titubeó o temor—la marca que su hijo tiene es mía….yo lo folle.

Todo el silencio y el terror que sentía Minhyun con Jimin era evidente; JungGguk sostenía pompones en su mente, gritando por su hermano, valla que los tenía bien puestos. Cojones que si.

La señora Park abrió con desdén sus ojos para luego dirigir su mirada hacía el aludido de la situación. Minhyun sentía que se derretiría, sentía que no podía más. Ji-Eun puso uno de sus guantes en sus manos, estirando sus dedos. Jungkook observó su movimiento esquivando la abofeteada que la mujer le había lanzado.

UN enredo de TRES. (Omega verse).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora