UN enredo de TRES. (Omega verse).

treinta y seis.

La señora Jeon sostuvo una paleta, mirando a sus estudiantes. Jimin, minhyun y JimSu estaban al frente de el, con delantales, con sus alfas aun costado. Las personas que pasaban por la casa, admiraban a los Omegas y alfas, siendo TRILLIZOS, era algo extraudinario.

—tenemos un pedido muy grande hoy—sonrió acariciando los cabellos de su pequeña, quien tenía un delantal de fresas.—por favor, ayúdenme con la venta...ustedes son mi única ayuda.

—usted creé?—hoseok y Taehyung entraron seguidos por sus amigos. SeHun saludo con un pulgar arriba con un delantal de Teletubbies. Yugyeom sonrió, pasando con un delantal negro casual. Félix sonrió, era su primera ves haciendo cosas fuera de sus sutiles movimientos cómo una persona importante. Kai entró seguido por Taemin, y al final Hyujin. Sorprendiendo a los trillizos Park y Jeon.

—¿Taemin?—Jimsu fue abrazado por JungSeo, el cual gruñía al alfa, tomando posesivo a su pareja.

—es mío—mostró sus colmillos. Lee bufó rodando los ojos, era obvio que JimSu no le interesaba. Además no estaba prohibido tener parejas del mismo linaje.

—vaya, llegó la caballería.

Todos subieron sus pulgares. La señora Jeon quitó unas lágrimas de sus ojos asintiendo.

—y cuéntame, ya te follaste a Hwang?—felix se sonrojó negando ante la mirada divertida del menor.

—minhyun no digas eso, e-es vergonzoso—susurró obteniendo la mirada del aludido. Tal parecía que sus "prometidos" tenían parejas. Vaya coincidencia, no lo creía.

Todos se movían, algunos tomaron el horno y otros la decoracion, la preparación y consíguiente paquetería. Ha-nia supervisaba con la pequeña Rose que probaba los pasteles con ojitos brillosos. Las personas se detenían ante el olor, y el local abierto agregado a la casa, fue frecuentado por personas, halagando la delicia de postres. Los Park y Jeon jugaban con la masa, y al final SeHun termino con dos huevos sobre su cabellos.

Una mujer de vestido platinado en corte de sirena, se detuvo enfrente de la pastelería. Yoongi tiró el cigarro que se había fumado, mirando a su madre. La alfa tenía su rostro tapado por el sombrero oscuro. Algunas personas que salían del puesto la admiraban por su desbordante elegancia, y más que eso; una mujer importante en un barrio, no tan conocido en Seúl, era extraño.

La mujer dió un paso subiendo el único escalón del puesto, admirando los estantes con pasteles, y pan recién horneado. Jimin carcajeaba con su cara blanca llena de arina, mientras su alfa le seguía con una bandeja de pasteles, gruñendo por tener clara en su mejilla.

—a si no se vale jimin.

—perdon, es que se me olvida que eres hombre por momentos—el mayor hizo una mueca dramático. Ambos dejaron lo horneado en la barra, abriendo los estantes. Jimin aspiró el aire, sintiendo el suave olor de alfa de su madre. Sus ojos se abrieron con terror, y su mirada se elevó. Ji-Eun elevó una ceja; la mujer no demostraba expresión, y sus ojos oscuros como la noche miraban la arina que su hijo tenía en su cuerpo y cabello. Jimin tembló por un momento asta que JungGguk le miró confuso. Jeon frunció su entrecejo, tomando la mano de su Omega.

Yoongi se recargó en la pared, con sus ojos cerrados.

—Jimin...que pasó, aún hay que llevar más...—la señora Jeon, detuvo sus palabras mirando a la alfa enfrente del local; jamás había visto una mujer vestida tan elegante con un perfume fino—buenos días, en que puedo servirle—sonrió, sus ojos arrugados como los de los trillizos, demostraban una hermosa mujer. La alfa dirigió su mirada hacía la rubia con su rostro impasible.

—Jimin puedo hablar contigo.

JungGguk negó, su Omega no sería alejado de él, no más. Ha-nia hizo una mueca saliendo de la incómoda escena.