Kookhyun.

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El mundo es extraño, muy difícil de comprender, y las personas peor, pero cuando se ama sin importar que, todo cambia. Minhyun suspiró cansino dejando una bandeja de un pan recién horneado. Algunos betas u omegas caminaban en la panadería: sweet sun ,nombre que Rose había puesto por qué amaba los soles, y los dulces. La panadería fundada por la señora Ha-nia tenía dos locales, y muy frecuentados.

-dos cajas de gemelas, caracoles, pudin-susurraba anotando en la libreta. Dos brazos con tatuajes le rodearon la cintura, poniendo unas manos grandes en su vientre de ocho meses. El Omega respiró hondo dejando que su cabeza se pegue al pecho de su alfa. No aguantaba las piernas, sus pies inchados no daban más; sus hermanos le habían dicho que dejara la panadería, que tenía que tener reposo por ser el octavo mes de embarazo.

-¿ya terminaste?-preguntó Jungkook sobando el vientre de su prometido.

-si, de pronto si. Puedes cargarme?-musitó estirando sus brazos, tocando el rostro del alfa el cual él mayor mordió uno de sus dedos con suavidad.

-si-el menor sonrió al ser alzado; pará él alfa no había problema cargarlo. Los betas y omegas que estaban como empleados siempre miraban con admiración a la pareja. Era lindo ver tres alfas con tres Omegas preñados. Y lo peor siendo sus mismos espejos.

Jeon le cargó asta la cocina, bajando con suavidad al menor. Ellos eran los único que estában al pendiente de la segunda panadería. Al principio todo fue difícil obtener un lugar en el marcado, pero con el tiempo y esfuerzo lograron abrir un espacio y poder producir su producto asta en Icheon, con seul.

-apostaron?-preguntó de repente el menor mirandole mientras quitaba el mandil.

-¿por que dices eso?-Jungkook no cambiaba, siempre tan chocante y frío con sus expresiones frías y aburridas; sin embargó Minhyun era el único que sabía las sonrisas de su alfa y las miradas tiernas qué esté hacía cuando jugaba con su estómago, hablándole dulce a su cachorro.

-escuche a JungSeo apostar quien de nosotros explotaría primero-aclaró.

-es ridículo-negó el mayor, limpiando sus manos.-no es algo que me interese.

-lo se por eso no lo creí. Pero bueno-jeon elevó una ceja cuando el Omega sonrió, mirandole curioso.

-ustedes si apostaron.

-si-confesó con un sonrojo.-es algo extraño y fascinante, además no todos los días ves a tres Omegas identicos parir el mismo día.

El mayor negó más que de acuerdo. Ambos salieron del local. Minhyun tenía que subirse al auto con ayuda de alfa por su pancita, era muy grande para tener solo un cachorro. Habían ido a su ultra sonido, pero la doctora les había dicho que el cachorro era muy travieso, que no se dejaba ver, a si que no supieron el sexo. Jungkook estaba conforme con eso, de todos modos siendo cuál sea el sexo el amaría a su hijo. La universidad era terrible, pero con horarios compartidos ellos podían seguir adelante, excepto por los Park que dejaron la universidad cuando cumplieron siete meses, teniendo un plazo de un año para retomar sus estudios.

UN enredo de TRES. (Omega verse).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora