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—¡idiota!—MinHyun tiró el celular, con sus ojitos aguados. ¿tan feo era?.—lo odio, lo odio, lo odio….—se decía apartando sus lágrimas. Se levantó de la cama, caminando asta su espejo; apenas usaba un bóxer negro que le quedaba como un mini short, exponiendo su flácida entrepierna. Se abrazó a si mismo observando su trasero, sus piernas y por último su abdomen plano, con una perforación, donde la cadenita del spiercing se movía con un pequeño corazón rojo, al compás de sus movimientos. Park cubrió su rostro dejando salir sus lágrimas. Nunca le habían dicho feo, o que produjera asco; pero escucharlo de un alfa que aún que fuera idiota era muy apuesto y su olor era un afrodisíaco, un semental que todo Omega quisiera, era un infierno. Su mundo había caído de una.

Su celular se encendió con un suave sonido, el Omega le miró limpiando sus lágrimas caminando asta la cama. El imbécil le estaba haciendo una llamada normal. Chasqueó su lengua soltando el celular; no tenía nada que hablar con el. ¿Tal ves si hacía ejercicio?. De nuevo el celular sonó de nuevo; mordió sus labios tomando el dispositivo, le diría unas cosas, antes de que le diga alguna humillación.

—eres un hijo….—no pudo terminar su insulto, unos sonidos muy raros y un gruñido le sacaron de su mente, del planeta, del universo.

—hola—la voz ronca del alfa le hizo tragar, tirando el celular en la cama.

“¿Qué mierda fue eso?”
 
—MinHyun, responde—como sí su mano fuera robot tomó el celular, escuchando los suspiros del alfa.

—y-yo.

—perdona, supongo que me emocioné.—El omega frunció el entrecejo ante esas palabras y una suave risa ronca que le erizó asta el último dedito de sus pies. Joder que con esa voz ya se imaginaba muchas cosas.—¿Por qué ya no respondes?.

No podía hablar, no le salían las palabras. Respiró hondo recostándose en la cama y mirar el techo de su cuarto, escuchando la voz más tranquila del alfa.

—estoy molesto no me hables—puchereó.

Jungkook lamió sus labios, el alfa elevó su mano, ubicando bien el celular en su hombro y oído, limpiando sus dedos. El hambre no podía contra su entrepierna.

—¿Por qué?. yo no hice nada—MinHyun rodó los ojos, la voz inocente del alfa le daba cosquillas en su estómago. ¿Qué se suponía era eso?. 

—idiota, ya no quiero hablar contigo; Y-yo no quiero…

—MinHyun, ¿as tenido sexo por llamada?.

…….

JungGguk salió de su cuarto cerrando el cierre de su chamarra, el alfa pasó por el cuarto de su hermano menor, escuchando sus risas por la llamada que tenía. Se encogió de hombros bajando las escaleras, su madre sostenía a Rose, la pequeña dormía en su hombro. La mujer se detuvo en la cocina apagando la estufa.

JungGguk mordió su labio caminando como un fantasma, apenas arrastraba los pies. —¿se puede saber a dónde vas a estas horas niño?.

—mamá, sólo…umhh puedo salir unos minutos, SeHun me espera—la mayor le miró sería. JungGguk sonrió nervioso poniendo sus manos detrás de su espalda.

—son casi la una de la mañana, tus hermanos están como loros y tu saldrás, me iré con tu tía…y si vienes tarde lo sabré—le apunto tomando la tacita de alimento de su pequeña. El menor asintió con euforia, mirando a su madre salir por la puerta de la cocina, donde daba a la casa vecina; su tía. Gguk soltó el aire contenido. El alfa salió de la casa quitando llave en la camioneta y entrar; observó su reflejo en el pequeño espejo, arreglando sus cabellos rubios.

Jimin miraba la hora en su celular, mordió sus dedos pensando si había echo lo mejor, no sabía que le diría al alfa ni como se sentiría. Salió de su cuarto acobijándose con su suéter, era muy tarde y la noche estaba fría. Se acercó al cuarto de Jim-su el menor tenía las luces apagadas. Frunció el entrecejo pegando su oreja en la puerta. No, no escuchaba nada, parecía qué su menor se había dormido, eso lo tranquilizó. Caminó de nuevo pasando por el cuarto de su segundo hermano. MinHyun si tenía las luces encendidas.

UN enredo de TRES. (Omega verse).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora