17- Ejército de Dumbledore [1995]

574 36 5
                                    

Harry Potter:

El año escolar había dado inicio.
Pero no sucedió de una forma... Tan buena.

Una de las personas presentes en mi audiencia sería mi profesor de DCLAO.

Dolores Umbridge.

Además, Hagrid no estaba en el castillo, por lo que había un reemplazo hasta su llegada.

—Sin varitas —Pronunció una voz chillona— 

Era nuestra primera clase con Umbridge...
¿Cómo se supone que aprenderemos sin nuestras varitas?

—El ministerio ha llegado a la conclusión de darles una educación de primera, es por ello que este año recibirán temas sumamente elegidos para ustedes, ya que... —Caminó hacia los asientos de enfrente—... Han tenido una gran variedad de... Maestros.

Esa última palabra la decía con odio, aunque quedó oculta con su voz chillona.

—Pero profesora... ¿Cómo aprenderemos sin usar nuestras varitas? —Preguntó Dean—.

—No necesitan sus varitas, sólo será necesario el nivel teórico.

—¿Y si necesitamos defendernos? —Pregunté—.

—Si alguien desea hablar, primero deben levantar la mano.

Se dió la vuelta descaradamente, ignorando mi pregunta.

—¿Sí, señorita Granger?

—Se supone que tendremos exámenes prácticos...

—Y estarán preparados con sólo iniciar la lectura —Evitó mirarla—. Todos, a leer el capítulo 1.

Los libros salieron volando de sus escritorio, y cayeron en la mesa de cada uno.

¿Capítulo uno?

—Profesora —Levanté mi mano—.

—¿Sí, señor Potter?

—Aquí no dice nada de hechizos protectores.

—¿Para qué los necesitarían? —Río—.

—Pues... Para defendernos —Dije cómo si fuera lo más obvio posible—.

—¿De quién?

Las voces de los demás empezaron a hacer eco en el aula.

—Dudo mucho que alguien quiera atacar a unos niños.
Dígame señor Potter... ¿Quién querría atacarlo?

—No lo sé... Voldemort quizás.

Muchos soltaron un grito al escuchar ese nombre, pero la reacción de la profesora fue extraña.
Se limitó a cerrar los ojos, y su cuerpo tembló, pero luego suspiró y volvió a tomar su voz chillona.

—Quién-no-debe-ser-nombrado jamás volvió.

—¡Me dirá usted que Cedric Diggory murió por gusto! —Elevé mi voz—. Yo lo ví esa noche... Él...

—¡SILENCIO!

Su voz chillona había desaparecido, pero tosió para "disimularlo".

—Está tarde... Lo veré en mi oficina.

—Pero...

—Capítulo 1.

Con mucho enojo, abrí mi libro con la esperanza de encontrar "paz", pero no eran más que cosas absurdas.

No hablaba de la importancia de los encantamientos, ni de cómo defendernos.

Intenté avanzar más de dos páginas, pero todo era sumamente ridículo.

𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘 𝑨𝒏𝒅 𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔✨𝑺𝒊𝒓𝒊𝒖𝒔 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora