capítulo 3

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El recuerdo de aquella noche cada vez se iba desvaneciendo y pronto o lejanamente se quedaría en solo un mal recuerdo que una vez pasó. El matrimonio se volvía estable después de tiempo de balancearse mentalmente, wei ying había dejado casi por completo la bebida, ya que el simple olor lo hacían devolver el estómago de inmediato. Su estómago estaba demasiado resentido por él intoxica miento severo de esta sustancia que lastimó su organismo o al menos esos fueron los resultados en su búsqueda en internet.

Su esposo estaba más que feliz de  verlo sobrio y muy contento de volver a tener el olor de su Omega invadiéndolo aunque su aroma no estaba siendo el mismo que tenía desde siempre, este se había vuelto algo raro tal vez a consecuencias del medicamento usado por esos meses. Solo era cuestión de tiempo para que el medicamento saliera de su cuerpo y volviera a tener el mismo olor de siempre.

Un rayo de esperanza se asomaba después de casi 3 meses en los que fue difícil volver a la vida normal. Aunque aún no era esa la forma en la que estarían si era un paso más a volver a ello. Lo extraño ahora era el comportamiento del alfa que quien aunque si era cariñoso se había vuelto más misterioso por así decirlo.

Wei ying ya no sabía nada de los nuevos proyectos de su esposo y las llegadas eran algo tardes preocupándose de que algo malo  le fuera a pasar, aun así el éxito de su esposo como maestro de música (además de que participaba en presentaciones) era muchísimo. Una noche de una presentación que se iba a hacer larga y a demorar bastante tiempo más hablo a uno de sus amigos para hacerle compañía en lo que su esposo regresaba. Wei ying casi nunca salía de la casa y desde el terrible día había tomado distancia de todos sus amigos sin ninguna explicación; Había pasado mucho tiempo desde que vio a sus amigos quienes nunca se enteraron de nada a pesar de llamar seguido y al tener cortas conversaciones en las que solo cancelaba invitaciones a reuniones de juego y daba excusas.

—No debería de ir—

—Tu hermano te necesita ¿De acuerdo? Estaré bien Wen Qing viene para acá—

El Lan lo cargo mientras le daba besos por toda la cara y juguetonamente estaban haciéndose mimos. Las manos en su trasero no le incomodaron para nada y sus piernas estaban enrolladas entre el torso de su esposo, después de mucho tiempo se sintió cómodo con eso. Habían continuado con los besos y él toqueteó de no ser porque Lan Zhan se tenía que ir, aun así el tacto del cuerpo de su esposo lo habían dejado ansioso

—Estoy listo—

—¿Seguro?—

—Mañana, vamos a avanzar—

Con las respiraciones agitadas y la temperatura apenas subiendo se despidieron con el propósito de que a su regreso consumaran después de un tiempo de nuevo su amor.

La Doctora y amiga de muchos años del omega había llegado solo momentos después, ellos habían sido muy unidos cuando eran más jóvenes, pero por motivos de ambos personales se distanciaron siempre conservando la valiosa amistad.

—Me alegra que hayas venido, no quería pasar esta noche solo—

—Has desaparecido mucho tiempo ¿Qué tal la vida de casado?—

—Está genial—

—No me mientas, tienes un esposo demasiado candente, pero esto va más haya del sexo— el plan inicial de la Wen no era precisamente quedarse a hacer una pijamada con su amigo de toda la vida como si todavía tuvieran 16 años.

—No es malo, adoro estar casado no me malentiendas —

—Pero hoy vamos a revivir aquellos tiempos—

La joven lo llevo a cambiarse mientras ella se ponía el vestido que había empacado consigo. La salida era a escondidas del esposo de Wei ying y ella ya tenía la reservación desde que supo que su amigo la necesitaba para ello, su vida en el hospital no era nada fácil y todo el tiempo tenía pacientes que atender quedando olvidada la diversión y su vida fuera del área médica.
Wei ying intentó protestar sobre ello, pero la cara de ilusión de la doctora lo obligo a permanecer callado al ver con cuanto entusiasmo había preparado la inesperada salida. Tenía algunos meses de haber visto a su amiga, pero parecía que ahora tenían 18 años nuevamente y aunque revivir momentos de la adolescencia era tentador aún estaba el miedo de lo que le había pasado.

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