"PAPÁ EN PAÑALES" (Kookmin)

CAP10

No tengo idea de lo que pasa, y mucho menos se a donde nos estamos dirigiendo. Las calles hace mucho dejaron de ser una muy transcurrida llena de tiendas comerciales para pasar a ser una rodeada de grandes rascacielos, espeluznante.

–Disculpa – Rose, quien por cierto contra todo pronóstico se negó a dejarme solo, le habla al hombre que nos interceptó en la salida de la universidad – ¿Exactamente a dónde nos dirigimos?

–Ya llegamos – es todo lo que el tipo nos dice.

Antes de ingresar a lo que supongo es el estacionamiento subterráneo, logro ver las enormes letras que cuelgan del edificio; “J&JTIC”. Me sorprendo, porque no se trata de otro lugar más que de una de las empresas de tecnología más importante del país.

Todo Corea del Sur goza del alto sistema de seguridad creada por esta empresa y desde hace cinco años consecutivos lideran el puesto número uno dentro del ranking empresarial.

Es sorprendente.

Pero… ¿Qué hacemos aquí?

–Jimin – Rose se inclina hacia mi para susurrarme – ¿Con qué clase de gente te involucraste?

Antes de poder responder a su pregunta, la puerta del vehículo se abre y el hombre que nos trajo hasta aquí nos invita a salir. Trago grueso, tratando a toda costa disipar mis nervios.

–Por aquí por favor – el tipo nos conduce hacia el ascensor.

Todo es muy moderno, demasiado. Cuando llegamos a la recepción una elegante mujer nos da la bienvenida, el tipo le explica brevemente el motivo de nuestra visita y antes de poder siquiera hablar, la mujer ya está leyendo en voz alta mi información personal y la de Rose.

La miro asustado y ella solo me regala una sonrisa tranquilizadora antes de explicarnos.

–Nuestro sistema de seguridad es una de las mejores, la extracción de sus datos se da apenas pisan el establecimiento a través de sus huella digitales, el cual dejaron en el ascensor, con esto podrán ingresar a zonas permitidas para los visitantes.

Nos entrega una tarjeta.

–La tarjeta es inservible fuera de este lugar, el chip incrustado tiene un sistema de bloqueo automático a un segundo de estar fuera del área controlada.

Rose y yo asentimos antes de ser conducidas hacia el ascensor nuevamente, usamos nuestras tarjetas y en la mini pantalla se muestra nuestros nombres junto a un código que coincide con el de la tarjeta. 

Cuando llegamos al piso treinta, el ascensor se detiene y las puertas se abren, salimos y cruzamos el pasillo hasta una nueva recepción.

–Kang, ¿La señora se encuentra? –  pregunta el tipo hacia la hermosa mujer.

–Si, lo está esperando.

–Puede pasar – él se dirige a mi, me señala una puerta metálica y yo lo veo dudoso.

–Iré con él – interviene Rose.

–Me temo que eso no podrá ser señorita, su tarjeta está bloqueada para esa área.

–Pero…

–Tranquila – le digo a Rose – puedo hacer esto, solo espérame aquí.

–¿Estarás bien?

No lo se. Quiero decirle, pero se que eso la pondrá más nerviosa y ni muerta me dejará ingresar ahí a mi solo.

–Solo veré que quiere esta gente conmigo – evado su pregunta – vuelvo en un momento.

Uso mi tarjeta y la puerta se abre, respiro profundo y entro, ni dos segundos pasa cuando la puerta se cierra detrás de mi.

Es una especie de sala de espera, con mucha luz natural debido a la gran ventana con una espectacular vista hacia la ciudad. Me quedó ahí parado sin saber qué hacer, cuando el sonido de una puerta abriéndose llama mi atención y giro sobre mis talones, es entonces que nuestras miradas se vuelven a encontrar, trago grueso.

–Pasa.

No digo nada, solo asiento y lo sigo.

Al ingresar, una mujer está sentada detrás de su escritorio, se ve imponente, elegante, hermosa, demasiado hermosa.

–Jimin, ella es Jeon InHye, mi madre.

Miro a Jungkook asustado, después  miro a la mujer que me acaba de presentar como su madre y es cuando mis nervios se disparan a mil, ella me observa en silencio, su mirada profunda barre toda mi existencia, es como si sus ojos me estudiaran. Hago una reverencia rápida y trato de controlar los temblores de mi cuerpo.

–Buenas tardes, señora Jeon.

–Park Jimin – por primera vez escucho su voz – mi hijo me ha hablado de ti.

Miro a Jungkook, él está parado mirando hacia su madre, intento llamar su atención y preguntarle sobre qué está pasando y qué es lo que le dijo a su madre, pero no me mira.

–¿No fui clara?

La señora Jeon llama mi atención, la miro y hago otra reverencia disculpándome.

–Lo siento mucho, pero no se a qué se refiere y mucho menos se qué hago aquí.

–¿Cargar en tu vientre a mi posible nieto no te parece motivo suficiente?

No respiro.

–Madre…

–Silencio – calla a su hijo.

–Señora yo… yo ya le dije a Jungkook que se olvide de todo, en serio no quiero tener problemas, solo quiero tener a mi bebé en paz – inconscientemente mis manos viajan hasta mi vientre, un nudo se acrecienta en mi garganta y me desespero, mis lágrimas empañan mis ojos y estoy dispuesto a todo – le juro que yo nunca diré nada, ni pediré nada, no quiero nada.

–Muchacho, tranquilízate.

No puedo hacerlo, la solo idea de ella exigiéndome algo que no quiero me aterra, todo está en mi contra, su hijo es un menor de edad y puede usar eso para hundirme y quitarme a mi bebé, me agito.

–Jimin – Jungkook se acerca deprisa a mi, me ayuda a sentarme y con su mano trata de darme aire – respira.

–Toma.

Con manos temblorosas recibo el vaso de agua que la señora me ofrece, ni siquiera se en qué momento lo obtuvo.

Pasan eternos minutos hasta que vuelvo a estabilizarme.

–Lo siento, mi madre es una mujer de poco tacto – Jungkook me habla despacio – pero te aseguro que ninguno quiere hacerte daño, te lo prometo.

–Mi hijo ya me explicó las circunstancias en el que se conocieron.

Ahora en lugar de mejillas tengo dos tomates muy maduros, que vergüenza, ¿Cómo pudo?

–Soy una mujer de negocios, Jimin.

¿Qué significa eso? ¿Acaso esta mujer ve a mi bebé como un producto a negociar?

–Significa que soy una mujer inteligente, incrédula, desconfiada y si alguien me miente o intenta acercarse a mi familia con bajezas, no tengo piedad – la miro sorprendido, no solo por el hecho de que haya respondido a mis preguntas internas, si no al hecho de que prácticamente soy como un libro abierto para ella – Amo demasiado mi tiempo y más te vale que no me lo estés haciendo perder, porque te juro como te hayas atrevido a mentir, no me temblará la mano para destruirte, a ti y a tu madre.

Nuevamente el miedo se apodera de mi, miro a Jungkook pero él no me mira. Ni siquiera se cómo es que esta mujer sabe sobre mi madre.

–Yo no miento – trato de que mi voz salga lo más estable que puedo.

–Entonces tú y yo no vamos a tener ningún problema.

No solo estoy asustado, también estoy confundido, hasta ahora no he escuchado ningún reclamo que tenga que ver con la edad de Jungkook. Tal parece que la preocupación de la señora Jeon es más por la posibilidad de una farsa inventada por mi.

–Puedes disipar tus inquietudes, Jimin.

Esta vez no me sorprendo, definitivamente para esta mujer soy como un libro de cuentos.

–¿No me piensa denunciar? Es decir, Jungkook es menor de edad, yo…

–Te dije que mi hijo me contó donde y como se conocieron. Soy malvada, Jimin, pero con mis enemigos, tú todavía no te haz convertido en uno de ellos, pero si mentiste créeme que voy a usar todo lo que tengo a mi alcance para hacerte pagar por haber intentado burlarte de un Jeon.

Tiemblo, la miro y asiento. No la culpo, cualquiera en su situación tendría dudas, pero yo estoy muy seguro que el padre de mi bebé es Jungkook.

–Además – prosigue – si el bebé que llevas en tu vientre resulta ser mi nieto o nieta, es preferible mantenerlo lejos del ojo público y por supuesto que Jungkook se hará responsable, eso no está a discusión.

Miro nuevamente a Jungkook, esta vez él también me mira y asiente reafirmando las palabras de su madre.

–Este hijo mío quiso demostrarme que ya no es un niño, y se fue a tomar la decisión más infantil e irresponsable.

–Iba a hacerlo a partir del día siguiente madre, solo quería divertirme por última vez como alguien de mi edad normalmente se divierte.

En medio de la discusión madre e hijo, el teléfono sobre el escritorio de la señora Jeon empieza a sonar, ella responde en seguida.

–¿Está todo listo? … perfecto – y termina la llamada.

–Jimin, a partir de mañana nuestro médico será quien monitoree tu embarazo hasta que cumplas la fecha adecuada para realizarte un ADN prenatal, por tu propio bien que el resultado sea el que espero...

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Solo diré que en un futuro amarán a esta señora.

Espero les haya gustado, nos leemos pronto💜