–¡Tengo un trabajo, tengo un trabajo, tengo un trabajo!
–Eres la primera persona a la que veo emocionarse por tener que trabajar – Rose bufa – como sea, iré a devorarme toda la comida que tienes en el refrigerador, muero de hambre.
La ignoro y continúo con mi celebración, nada ni nadie me va a quitar esta felicidad, mientras sigo con mi momento loco saltando sobre mi cama, el sonido de mi celular me interrumpe.
Es Eunwoo
–¿Cómo te fue? – me pregunta sin siquiera dejar que lo salude primero, suena emocionado.
–Pueeeees – juego un poco con él.
–Jimin…
–¡Lo logré, lo conseguí, el puesto es mío! – grito, y estoy seguro que ahora mismo Eunwoo tiene el celular a medio metro de sus oídos.
–¡Felicidades! Te dije que lo lograrías.
Asiento a pesar de que no me ve.
–Gracias, Eunwoo – le agradezco, porque de no ser por él aun seguiría en mi interminable búsqueda.
Cuando el tema de mi necesidad de trabajar se coló entre todos los temas que hablamos en nuestra salida de hace un par de días, Eunwoo no tardó en comentarme sobre las tiendas de conveniencia veinticuatro horas que posee el amigo de su padre, prometiéndome así, hablar con él para ver si me daba trabajo.
¡Y lo consiguió! Es un trabajo de medio tiempo turno noche, como cajero.
–No fue nada Jimin, me alegra poder ayudarte, además, es lo que hacen los amigos.
Sonrío.
–¡Si, eres genial!– le digo con una gran sonrisa, pues para la comodidad de ambos decidimos seguir conociéndonos como amigos, sin insinuaciones de por medio.
–Bueno Jimin, tengo que seguir entrenado, te hablo más tarde ¿Está bien?
–Si Eunwoo, cuídate – termino la llamada y me tumbo de espalda sobre mi cama.
–Vaya calidad de estas frutas Jimin, el mocoso ya me empieza a agradar – Rose ingresa a mi habitación con un tazón de fruta picada, grave error de su parte porque ni bien se sienta en mi cama, me abalanzo sobre ella – ¡Oye, los traje para mi! – se queja.
Le muestro el dedo medio y prosigo a devorarme toda la fruta que hay en el recipiente.
Disfruto del resto de la tarde al lado de mi mejor amiga. Es fin de semana por lo que Rose está libre de trabajo.
Los siguientes días se pasan volando, entre mi trabajo y la universidad las cosas están un poco complicadas, pero nada del que no pueda acostumbrarme. Además, mi madre es mi ejemplo de que con esfuerzo y dedicación, se pueden lograr muchas cosas, no todas, pero si lo suficiente para tener una estabilidad y vivir bien.
El trabajo no es muy pesado y gracias a Eliene, mi compañera de turno, las horas ahí son entretenidas, pues al ser ella una extranjera siempre tiene cosas nuevas que contarme, su vida como estudiante becada en un país lejos de su familia me resulta interesante por el que siempre la escucho, en menos de dos semanas llegué a conocerla incluso mejor del que me conozco a mi mismo.
–Jimin, el gorilón te está esperando en la sala – mi madre me habla desde el umbral de mi puerta, la miro y me rio ante su manera de referirse a Lucas, pero no la culpo, ese hombre es todo un señor músculos – apresúrate.
Asiento y me vuelvo hacia mi espejo, he estado ahí por casi diez minutos mirando mi reflejo. Hoy se cumplen tres meses de mi embarazo y me toca ir a la clínica.
–Creo que ya se me está empezando a notar – digo mientras mis manos acunan mi vientre.
–Así es.
–Si.
Suspiro y una sonrisa tira de las comisuras de mis labios, me siento feliz, aunque no niego que hay días en el que me cuestiono muchas cosas, pero estoy aprendiendo a sobrellevarlas.
Salgo de mi distracción y cojo mi bolso. Al llegar a la primera planta de la casa me encuentro a Lucas sentado en el sofá bebiendo un vaso de agua, arqueo mi ceja con una sonrisa divertida, es la primera vez que mi madre lo deja entrar, las veces anteriores simplemente se cercioraba si se trataba de él para después cerrarle la puerta en la cara.
Ambos nos despedimos de mi madre y salimos rumbo a la clínica para mi chequeo mensual.
–¿Debería desearle suerte? – para hacer el viaje más ameno, decido hablarle a Lucas y seguir reforzando nuestra creciente amistad.
–¿Soy tan obvio señorito Park?
–Pues si. Pero le advierto que mi madre es dura de roer.
–Me di cuenta de eso.
–¿Usted no tiene familia? – quiero más información.
–No – su respuesta me sorprende, Lucas no pasa de los cuarenta pero tampoco es menor de treinta, asumo que está en la edad promedio en el que un ciudadano coreano ya está casado y posiblemente con hijos.
–¿Por qué? – insisto picado por la curiosidad.
–Siempre he trabajado para la familia Jeon.
Muero por saber más, pero noto a Lucas un poco incómodo por lo que decido cambiar de tema enfocándome en trivialidades.
Cuando llegamos a la clínica el doctor Kim nos recibe de inmediato, para mi tranquilidad me da buenas noticias y solo me advierte que no me pase mucho con el azúcar, me da indicaciones que debo seguir antes de visitarlo en dos semanas para realizarme el ADN prenatal.
Al salir, Lucas se encarga de regresarme a casa como siempre, horas después Jungkook me llama para preguntarme como me fue hoy en el control y saber sobre el bebé, le cuento que todo marcha viento en popa y terminamos hablando de cosas sin importancia por casi media hora.
Cuando el reloj marca las cinco de la tarde me alisto para ir a trabajar, tengo que estar en el trabajo a las seis por lo que me apresuro. A pesar de los minutos en contra logro llegar a tiempo.
Domingo es mi día libre y me tomo la libertad de quedarme en la cama hasta tarde y el resto del día lo ocupo comiendo y viendo películas en la sala.
Lunes llega y mis ganas de vivir se van, pero una ducha es suficiente para llenarme de positividad, repito mi rutina de cada día de la semana y en menos de una hora ya estoy en la universidad.
Los días siguientes transcurren igual, despertarme temprano, desayunar junto a mi madre, ir a la universidad, regresar a casa, hacer tarea y por último, ir a trabajar.
Una rutina que se ve obligada a interrumpirse en la semana catorce de mi embarazo.
Lucas nuevamente llega por mi madre y por mi y nos lleva a la clínica, donde la señora Jeon y Jungkook nos esperan.
–Esto será rápido señores, el proceso no es nada invasivo así que no tienen que preocuparse por la salud del bebé – nos explica el doctor Kim.
Yo asiento y Jungkook a mi lado me sonríe dándome ánimos, después sigo al doctor hasta una sala y una enfermera es la encargada de extraerme la muestra de sangre.
A diferencia de mi, Jungkook solo necesita un hisopado. Que suerte la suya.
Al terminar el proceso me dirijo a la sala donde mi madre y la señora Jeon nos esperan, y cuando llego me doy cuenta que soy el único que faltaba.
–¿Estás bien? – Jungkook me pregunta llegando a mi lado, yo asiento y dejo que me conduzca hasta el sofá, tomo asiento y bebo del agua que el mocoso me ofrece.
–Estoy bien Jungkook, solo fue un pinchazo – digo con el afán de quitármelo de encima porque me está abrumando.
–Las muestras ya están en el laboratorio, mañana a partir del medio día tendrán los resultados – el doctor Kim nos interrumpe y nos da algunas indicaciones más, antes de abandonar la sala excusándose con algo urgente.
–Bien, señora Park, Jimin, paso a retirarme por hoy – nos dice la señora Jeon incorporándose del sofá donde yacía sentada, alisa su caro vestido y coloca su bolso sobre sus hombros, dispuesta a salir de la sala.
–Gracias por su tiempo, señora Jeon – hago una reverencia.
–Espero que valga la pena…
–Madre – Jungkook la interrumpe, en su mirada logro distinguir un brillo de reproche.
Madre e hijo se alejan de nosotros un par de metros, desde mi lugar no logro escuchar de lo que hablan por lo que no me entero de nada.
Después de unos minutos, Jungkook regresa a mi lado.
–Jimin, ¿Te importa ir conmigo a un lugar? Necesito que hablemos.
Me quedo parado un segundo, pero el silencio persistente me indica que esperan una respuesta de mi parte.
–E…está bien – acepto no muy seguro.
–Tu chofer pasará por ti a las seis, tienes tres horas – dice la señora Jeon – se discreto, no quiero problemas, Jungkook.
–Está bien.
Salgo detrás de Jungkook intentando seguirle el ritmo, algo que me cuesta mucho por lo rápido que va.
–Detente – tiro de su abrigo logrando que se detenga, respiro y aspiro para regular mi respiración antes de enfrentarlo – caminas demasiado rápido.
–¿Quieres que te cargue? – pregunta pillándome por sorpresa, trago saliva y desvío la mirada hacia la salida de la clínica.
–Por supuesto que no.
El muy niñato solo se ríe de mi, si será idiota.
Afuera, un coche negro y de lunas polarizadas espera por nosotros, Jungkook me conduce hacia la extravagante modernidad y abre la puerta trasera para mi, nos adentramos y de inmediato mis ojos captan al que supongo, es el chofer.
–Joven Jeon.
–Hola Max, dirígete a Malon.
El hombre asiente y pone en marcha el vehículo.
–¿Malon? – pregunto.
–Es un café en una zona altamente exclusiva – Jungkook me explica, yo por supuesto pongo los ojos en blanco.
–Si, cómo no – grazno.
–¿Tienes algún problema con las zonas exclusivas? – él me mira con el ceño fruncido, como si intentara entenderme.
–No, mi problema no es con las zonas exclusivas, si no con los tipitos que piensan que por llevarnos a una ya deberíamos sentirnos impresionados ¿O me equivoco? – Jungkook se sorprende.
–¡Dios, Jimin, esa de ninguna manera es mi intención! – luce desesperado – créeme, la zona exclusiva no tiene nada que ver con la razón que te estás imaginando, es solo por precaución, a mi madre no le gusta los escándalos, detesta las notas de prensa, la información sobre mi familia que se comparte en internet es mínima o lo estrictamente necesario. No me gustaría darle otro disgusto.
Me doy una cachetada mentalmente, debería aprender a cerrar la boca antes de juzgar a la primera oportunidad que se me presenta.
–Yo…yo lo siento, no quería…
–Tranquilo – me sonríe comprensible y toma mis manos entre las suyas – se que no nos conocemos y nuestra situación es algo que todavía estoy procesando, pero quiero que seamos amigos, ¿De acuerdo?.
Asiento, y en momentos así es cuando olvido que estoy frente al padre de mi bebé, quien es tres años menor que yo.
Quito mis manos de entre la suyas y me dedico a ver las calles a través de la ventana, ignorando la sensación que me causa su persistente mirada sobre mi.👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶👶
Uf, capítulo 14 listo.
Odio cuando tengo bloqueos o exceso de ideas, ninguno de los dos es bueno😔. Me gustaría traerles capítulos más seguidos, pero no quiero hacer un mal trabajo por el afán de actualizar seguido, créanme, lo intenté, pero nunca quedo conforme con lo que escribo. Asi que trato de escribir las nuevas ideas que se me ocurren para que me dejen en paz y así concentrarme es esta obra.
Estuve leyendo sus comentarios y no se porqué siento la impresión de que muchos esperan lo peor de JK🤭🤭🤭JAJAJA
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"PAPÁ EN PAÑALES" (Kookmin)
Fiksi Penggemar"Park Jimin es un estudiante recién ingresado a la universidad en la carrera de derechos. Jeon Jungkook, hijo menor de una de las familias más influyentes del país, quien además a su corta edad, se verá envuelto en una situación que jamás imaginó...