The Wayne Family

Capítulo XI

Me estacioné en la entrada de la Terminal y apagué la camioneta antes de voltear a verlo.

–Te necesito aquí, pon el seguro a la camioneta y puedes ver con esto, yo los hice– dije pasándole mis binoculares –no te quiero afuera o no te dejare venir nunca más, ¿Quedó claro? Si algo sale mal o estás en problemas, puedes ocupar está radio en la frecuencia 78, esa línea sólo te comunicará conmigo.

Él asintió mientras le pasaba la radio y me bajé acomodando bien mis armas. Después de asegurarme de verlo poner el seguro a la camioneta corrí en dirección de la Terminal, aunque no pasaron ni un minuto cuando sentí que me observaban, ya podía saber quiénes eran.

Decidí ignorarlos y enfocarme en saltar la cerca de la entrada. La Terminal estaba abandonada, pero gracias a la delincuencia de Civic City tenía atajos a diferentes lugares que ni la policía conocía.

Al llegar observé el lugar y busque el punto específico dónde sabía que irían.

–¿¡Dónde diablos está el maldito apoyo!?– escuché a Killian gritar por el comunicador de mi oído.

Lo apagué al mismo tiempo que me escondía entre las sombras y de reojo notaba movimientos en el techo del edificio de frente.

¿Es enserio?

Después de cuatro minutos escuché el movimiento proveniente de Killian y el sospechoso.

–¡Ya deja de correr! Maldita sea.

Mordí mi labio para evitar reírme y espere el momento adecuado para salir de la esquina y darle un golpe con fuerza en la cara.

–¿Enserio? ¿Me hiciste correr solo para darle un golpe?– preguntó Killian quejándose una vez que estuvo a mi lado, apoyando sus manos en las rodillas para recuperar el aliento.

–Tenía que desquitarme con alguien– dije sacando las esposas –¿O querías que lo hiciera contigo?

Le di la vuelta al hombre agarrando sus manos y lo espose por detrás.

–No gracias, me gusta correr– dijo mientra yo levantaba del suelo al hombre.

Me encogí de hombros y arrastre al sospecho mientras caminábamos al auto.

–¿Dónde demonios están? ¡No les pagan para jugar!– gritó Killian por el teléfono –¡Tuve que correr por casi todo Wall Vill!

Me reí y el tipo intento golpearme con su cuerpo pero lo esquivé para luego utilizar los pies y tirarlo, dejando que su cara cayera con fuerza contra el suelo.

–No tengo ánimos de soportarte, si no quieres que te dispare no lo vuelvas hacer– dije mientras lo levantaba.

–Eres policía, no lo harías– dijo adolorido pero burlón.

–Yo que tú no la provocaría– dijo Killian.

Iba a responderle cuando dos sujetos aterrizaron detrás de nosotros. Sabía quiénes eran, por lo que no voltee a ver mientras llevaba al sospecho a la camioneta al mismo tiempo que Damian abría la puerta.

–Ve de copiloto.

Él asintió bajandose pero se quedó observando a los otros dos mientras yo metía al sospecho en la camioneta y esposaba sus piernas para luego cerrar la puerta.

Enfrente de nosotros se encontraba el gran Batman y como no, Nightwing.

–Batman, es un gusto volver a verte– dijo Killian aguantando su emoción.

–Lo mismo digo detective Allen– dijo Batman asintiendo y volteando a verme con enojo –detective Relish.

–Idiota– dije con burla –caballeros si no se les ofrece nada más, entonces tenemos que retirarnos– dije alzando una ceja –tengo un largo camino que recorrer para ir a Gotham, chico arriba.