Capítulo XIV

849 127 18
                                    

Al terminar, se sentó a mi lado y con cansancio, apoye mi cabeza en su hombro derecho, con la esperanza de poder dormir.

–No tengo corazón para hacer esto pero, no te duermas– dijo Nightwing pasando suavemente su brazo sobre mis hombros.

Estaba apunto de quejarme cuando unas explosiones derribaron el techo de la Baticueva y para cuando quise reaccionar, habían Talons en todo el lugar.

Nos levantamos de la mesa para colocarnos al lado de Batman antes de comenzar a pelear.

Al ser los más heridos, permanecí cerca de Nightwing por cualquier mal movimiento pero los tres terminamos retrocediendo al verlos llegar sin parar.

Batman terminó por irse a la izquierda en dirección al hangar mientras, Nightwing iba por las escaleras de la derecha para subir.

Sin más tuve que quedarme abajo combatiendo con los Talons que se acercaran a mí.

–Tú habrías sido una buena Garra.

¡Mierda, Nightwing!

Trate de vencer con rapidez a los Talons para ir ayudar a Nightwing pero estás cosas no paraban de rodearme.

–¡Dios! ¿Ustedes se multiplican o qué?– me quejé mientras decapitaba a los últimos.

–Solo voy a decir esto una vez, hijos de perra... ¡LARGUENSE DE MI CUEVA!

–¡Yuju! ¿Baty dijo una mala palabra?– dije sonriendo y asomando la cabeza por los barandales para mirar hacia abajo, al subnivel tres –eso es nuevo.

Batman había salido del hangar vistiendo una armadura gigantes de combate que utilizaba para derribar al mayor número posible de Talons mientras Alfred caminaba a su lado disparando continuamente una escopeta.

De pronto escuché el grito de Nightwing mientras al mismo tiempo la temperatura descendía en toda la Baticueva, logrando que los Talons queden congelados.

–Que gran debilidad– susurré mientras corría hacia donde Nightwing.

Salte para correr sobre las barandas de las escaleras y subir al área dónde se encontraban los trajes.

Nightwing estaba incrustado al vidrio gracias a las dagas en su hombro. Me acerque lo más rápido que pude y con cuidado se las quité, ayudándolo a sentarse en el suelo.

–¿Puedes quedarte solo?– pregunté agarrando sus manos y colocándola una en cada herida.

–Estaré bien– respondió con cansancio y mordiendo sus labios con dolor.

–Presiona las heridas, volveré.

Sin esperar su respuesta, me levanté lanzandome por las barandas para ir a dónde estaba peleando anteriormente y volver asomarme hacia abajo.

Por desgracia, William se había montado en el Batmóvil y lo manejó hasta Batman, disparándole con todo el arsenal del vehículo para destruir la armadura.

–Fin del juego.

–¿Por qué tanta obsesión con decir la palabra "fin"?– dije mientras corría por las plataformas.

Observé por todo el lugar en busca de una manera de bajar lo más rápido pero sin tener otra idea, utilice el gancho de Batman lanzandolo al subnivel de abajo y me lancé para bajar hasta donde el cable llegará.

–Mierda, se acabo la cuerda.

Observé la distancia que había hasta el suelo, la cuál no era nada bonita, y suspiré profundamente antes de soltarme, tratando de aterrizar lo mejor que pude pero no terminó muy bien.

The Wayne FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora