Tras unos casi interminables siete minutos esperando sin apartar mi mirada del teléfono móvil percibí cierto movimiento a mi derecha. A lo lejos la famosa chica peli azul salía con aires victoriosos del edificio, supuse que, al final, Dios si estuvo con ella aunque se empeñase en negarlo. Casi por acto reflejo hice el amago de levantarme para acercarme y preguntarle a ella directamente, así tendría cómo pasar el rato mientras esperaba a que mi novio llegase, mas, me detuve antes incluso de que mis piernas se separasen por completo del banco; al parecer, yo no era la única que esperaba a alguien.
Luna se acercó sigilosamente, sin percatarse de mi presencia, a la chica de melena azabache que se encontraba en pie y de espaldas a la puerta. Esta escribía algo en el teléfono que la tenía completamente ensimismada, por lo que no se dió cuenta del progresivo y sigiloso acercamiento de Luna hasta que le tapó los ojos con sus manos haciéndole dar un pequeño brinco del susto.
La peli azul se acercó al oído de la otra muchacha y le susurró algo inaudible para mi, que me encontraba a más de 10 metros de distancia. Este pequeño acto fue suficiente para confirmar mi teoría, sin duda eran amigas. Mas, cual fue mi sorpresa al ver como la chica que había estado parada conmigo los últimos minutos, se daba la vuelta entusiasmada y depositaba un feroz beso en los labios de Luna. Un beso que fue claramente correspondido y acompañado de un fuerte acercamiento.
Quedé boquiabierta e incapaz de mover la cabeza para mirar hacia otro lado, no podía creer lo que se encontraban presenciando mis ojos y, a medida que la mano de Luna se deslizaba por la espalda de su amante en dirección descendente, mi sentimiento de incomodidad aumentaba. " ...está un poco extraviada", "... ese señor no va a hacer gran cosa por mi" ... Miles de pensamientos se cruzaron por mi mente en aquel instante y de repente, todo encajó.
Ella no era mas que una sucia pecadora, una de esas "desviadas" de las que tanto hablaban mis padres y de las que tanto me advirtieron. No entendía como algo así podría pasar, el hombre y la mujer estaban hechos el uno para el otro y cualquier cosa que lo desmintiera no era mas que una aberración (o al menos eso solía pensar).
La escena me tenía perpleja, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sentía que tenía que apartar la vista pero, algo me hacía sentirme extrañamente atraída a continuar mirando, supongo que eso a lo que muchos llaman "el morbo". No comprendía como alguien que se había mostrado tan simpática podía guardar tal oscuro secreto, y automáticamente lo asocié al mismísimo satán. "Aquella chica no era más que un ángel caído utilizando sus trucos para llevarme con ella" pensé convencida.
Su beso continuaba intensificándose así como la fuerza que me mantenía observando, los dedos de la chica de pelo oscuro se entrelazaban con el cabello azul de Luna y esta respondía aferrándose más a ella. Me di cuenta entonces de que yo jamás había tenido un beso así con Julián y que, aunque se tratara de algo fuera de lo común, parecía algo interesante de poner en práctica, solo en libros había sido cómplice de un momento tan íntimo y realmente llamaba mi atención.
Tal era mi ensimismamiento que solo pudo sacarme de él el horrible sonido de mi teléfono sonando, sobresaltada reaccioné tan pronto como pude para descolgar, mas, demasiado tarde, las dos chicas también lo habían oído y detuvieron su beso.
La tensión podía cortarse con un cuchillo cuando llevé el terminal a mi oído para responder a mi encantador novio.
— Oye ovejita, ya estoy cruzando la esquina, ¿Dónde andas?
— E-estoy aquí —. Eso fue todo lo que me vi capaz de responder, sentía el peso de dos miradas puestas en mi, que, quizás solo eran producto de mi imaginación pero, la vergüenza se había empezado a adueñar de mi.
— Ya, supuse, la pregunta es ¿Dónde es aquí? —. No hubo respuesta por mi parte— Oye, entiendo que estés enfadada, se que llego un poco tarde pero, de verdad que no era mi intención yo solo...
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Como si fuera pecado
Fiksi RemajaImagina que todo lo que siempre has rechazado se vuelva parte de tu realidad mas absoluta. El amor es una de las mejores razones para dar un drástico cambio en tu vida y, una de las menos buscadas. El amor no se elige, el amor llega y te rompe todos...