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Regla #21 Siempre vela por la salud de tu Alfa.

- ¿Dónde está mi mejor amigo? -preguntó nervioso Jungwon, viendo como poco a pocos los Alfas sacaban las cosas de la camioneta para ir subiéndolas.

- Arriba con Hoon -exclamó Binnie tomando dos cajas del baúl para luego ir caminando hacia la entrada del edificio.

- Amor.

La tan adorada voz de su Alfa sonó haciendo que el Omega se volteara instantáneamente y se abrazara a él. Jay dejó un suave beso en la parte más alta de su cabeza dejándose deleitar con el aroma de su Omega.

- ¿Cómo está Sun? -preguntó viendo cómo el Alfa lo miraba fijamente.

- Más o menos -respondió simplemente el mayor apretando con sus manos los mofletes del menor- Desde que llegó no dejó de llorar, Sunghoon lo está calmando mucho pero igualmente se puede sentir su tristeza.

Jungwon al escuchar eso simplemente hizo un puchero triste sin ser consciente que sus ojos se cristalizaban y poco a poco liberaba feromonas haciendo saber al mayor de su estado de tristeza.

- Mi bebito.. -dijo después de unos segundos en silencio sin poder evitarlo empezó a llorar.

¿Qué haces cuando tu Omega empieza a llorar y tu solo te quedas como estatua?

"Haz algo idiota" gruñó su lobo casi obvio a lo que tenía que hacer sin poder evitar sentirse mal ver si pequeño Omega en ese estado.

Y aunque Jay quisiera reaccionar de la forma correcta, su cerebro lo tenía en un dilema.

Él nunca vio a Jungwon tan frágil.

Siempre que molestaban a Jungwon , el Omega siempre decía lo mismo "Déjalos Hyung, son unos imbéciles" por más cosas que le llegará a pasar el menor era de carácter duro y hostil. No le importaba quedar muy mal parado con tal de que los dejasen de molestar a ambos menores.

Aun recuerda la primera vez que lo vio. Su pequeño retoño le dio una gran y dolorosa patada en la entrepierna dejándolo de rodillas al suelo.

Y todo por un mal entendido gracias al imbécil de Changbin.

Desde ese día nunca se fío ni de Sunoo, ni de Jungwon. Si semejante cosita de algodón podía dejar a su Alfa lloriqueando de dolor en su entrepierna no se imaginaba otro tipo de golpes.

Bueno, no había pensado que ambos Omegas practicaban Taekwondo.

Pero ese intrépido, retador y lindo chico no era el mismo que tenía pegado a él llorando y liberando feromonas de desolación.

¡Haz algo Imbécil!

- Y-yo... Jung-...

El Omega sin evitarlo se suelta de los brazos del mayor sintiéndose mal.

"Alfa ayúdame" gruñó entre quejidos el Omega de Jungwon sintiéndose aun más triste por que su Alfa no hiciera algo para reconfortarlo.

- Lo siento Alfa -murmuró bajito Jungwon apretando sus manos con fuerza mientras evitaba terminar de llorar más fuerte.

"Idiota" gruñó el Alfa haciendo que Jay reaccionara casi inmediatamente tomándolo de ambos brazos para besar sus labios suavemente.

Tal acción provocó no sólo que ambos lobos ronroneen a gusto con eso, sino que dejo a Jungwon paralizado que luego de unos segundos se dejo llevar y tomó de la nuca del mayor para tomar más de los finos labios del Alfa soltando un suspiro gustoso.

Jay cerró ambos ojos y tomó la cintura del más chico apresándola entre sus grandes manos, para acercarlo más a él. Sin ser consciente no sólo de que su aroma había incrementado sino que el del Omega igual.

Cosa que luego de meditarlo unos segundos lo alertó.

Y el fuerte tirón en la parte baja de su abdomen lo espanto aun más que el dulce aroma de Jungwon

- A-alfa~

Si, ambos habían entrado en celo.


. . .

Sunghoon se hallaba del asco.

Tenía mal olor y no sabe el porqué, le dolía todo el cuerpo, su cabeza martillaba, sus músculos estaban tensos cosa que lo hacía sentir incómodo. Sentía como su temperatura subía a la vez que sus malestares aumentaban.

Pero aun así, por más que el se este sintiendo muy mal, nunca fue capaz de separarse del Omega.

Y no porque el no quiera, sino que el Omega apenas sentía movimiento de su parte se aferraba a su pecho con temor de que lo dejara.

Park estaba sentado en la cama apoyando su espalda con el respaldo de la cama contra la pared, tenia las piernas estiradas en la cama cosa que por parte agradecía porque si se hubiera puesto de piernas cruzadas, seguramente sería otro problema. Porque tenía a su pequeño Omega en su regazo durmiendo contra su pecho mientras abrazaba su torso

Sunoo tenía su rostro escondido en el cuello del Alfa dejándose llevar por el embriagante aroma a patricor. Se había relajo hace un tiempo y aunque se hubiera dormido hace más de una hora ya se encontraba despierto pero aun así no se movía ya que estaba muy cómodo.

Algo esta mal. Se dijo así mismo y cuando escucho los quejidos del Alfa no dudo un poco en alejarse para verlo a los ojos después de tanto tiempo.

Y lo vió.

El mayor tenia la cabeza apoyada contra la pared mirando hacia la ventana con las mejillas rojas, toda su frente sudada, su cansada mirada y las ojeras debajo de sus hermosos ojos.

Su Alfa estaba enfermo.

Su Omega se entristeció de repente al ver al mayor en ese estado.

Y es que apenas lo vio no tuvo tiempo de verlo a la cara para analizar sus rasgos, como que estaba desarreglado, más flaco, más demacrado.

- Hyung -pronunció bajito casi olvidándose de su misera para enfocarse en el mayor-Acuéstate, por favor.

Sunghoon ya se encontraba sin fuerzas.

No había comido por días, no había dormido por días, al igual que su salud había empeorado de un momento al otro. Sin su Omega, tanto su lobo como él, enfermaron dramáticamente.

Y sin hablar de los llamados del menor en busca de él, como los dolores en su cuerpo que pudo percibir como ajenos.

Podía sentir cada golpe y el dolor del su Omega como suyo.

Y aunque estaba hecho un asco y sentía como el Omega lo tiraba con fuerza para dejarlo recostado en la cama y taparlo con las sabanas que había ahí. Sonrió. Sonrió porque toda esa tragedia sólo confirmó lo que su lobo le dijo desde la primera vez que vio a Sunoo.

Su Omega destinado.

El pequeño omega era su destinado y no podía evitar sentirse tan bien al saber que un hermoso, valiente, tierno, de carácter duro y mil cosas más era su Omega.

- Alfa, no te preocupes que yo te cuidaré.

El pequeño tono de voz del Omega lo hizo enfocar su vista a él y lo vio a su lado mientras ponía un paño húmedo en su frente.

- Alfa tonto -murmuró Sunoo ignorando todas y cada una de sus dolencias para prestarle atención al mayor que se veía aun peor que el- Debiste haberte cuidado mejor.

Sunghoon se encontraba ahora con los ojos entre cerrados debido a que la fiebre estaba haciendo de las suyas en su cuerpo dejándolo semi dormido.

Pero aun así logro dejar salir una pequeña sonrisa.

- Omega tonto, sin ti no puedo estar bien -murmuró de igual forma cerrando los ojos dejándose llevar por el mundo del sueño.

Mientras tanto Sunoo se quedó mirándolo fijamente.

Sin ti no puedo estar bien repitió su mente y sonrió ignorando el tirón que que le provocó en la herida en su rostro.

- Yo estoy seguro que tampoco estaría bien sin ti, Alfa.

𝐌𝐀𝐍𝐔𝐀𝐋 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐒𝐄𝐑 𝐔𝐍 𝐁𝐔𝐄𝐍 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀•| Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora