Por un instante pensó en explicar qué estaba ocurriendo, pero Jiang Cheng podía verlo claramente y la furia vibró en sus ojos. Así que no hubo palabras, sólo golpes. Cuando el látigo bramó en el aire, Wen Ning lo atrapó sin ninguna dificultad y Wei Ying supo al instante que ese no era el mejor lugar para librar una batalla porque destrozarían todo a su paso. Así que intentó detener a Jiang Cheng.
Zidian se enredó en su mano y no lo soltó por más que sentía cómo quemaba su piel de forma dolorosa.
—¡Sal de aquí! —Le gritó a Wen Ning cuando sintió que éste quería acercarse para ayudarlo.
Por más que no le dijera nada, Wei Ying pudo darse cuenta que comenzaba a recuperar la consciencia y entendió su orden sin necesidad de una flauta o que silbara para que obedezca.
Tuvo que poner mucha fuerza para entorpecer los pasos y los movimientos de Jiang Cheng para que Wen Ning pudiera irse por la ventana, pero su shidi lo arrojó contra la pared de una forma demasiado dolorosa. Wei Ying se quejó por ese golpe y sintió sus manos quemadas y adoloridas, pero al instante que quiso levantarse sintió cómo Jiang Cheng volvía a azotarlo contra la pared. La mano de ese hombre se cerró de nuevo sobre su cuello con una gran fuerza y odio. No quería abrir los ojos para enfrentarlo, pero tuvo que hacerlo.
—¡¿Por qué siempre haces esto?! —gritó Jiang Cheng con los dientes apretados agarrándolo con más intensidad—. ¿Por qué siempre te esfuerzas por defenderlos?
¿Defenderlos? ¿A quienes? ¿Se refería a Wen Ning?
¿Cómo no iba a hacerlo? Si no fuera por él no habrían podido sobrevivir cuando eran dos mocosos solos que acababan de perder a su secta, además que no era una mala persona. Si no fuera por Wen Qing y por él ellos... Cada una de esas cosas parecían demasiado lejanas, pero Wei Ying estaba seguro de lo que vivió y no podía negar las decisiones que tomó cuando creía que ese era el camino correcto. Todo lo que ocurrió había sido su culpa, no de Wen Ning, pero a Jiang Cheng no le importaba escuchar eso.
—Arruinaste tu vida —continuó hablando mientras su mano se cerraba con más fuerza sobre la garganta de Wei Ying—. La de mi familia, la mía... Todo por defender a otros, ¿y aun así sigues haciéndolo? ¿Por qué sigues traicionándome?
Esas palabras le atravesaron de una forma dolorosa y sintió que su fuerza mermaba. Dejó de luchar cuando lo oyó porque sintió dolor en la voz de Jiang Cheng, además de todo el resentimiento y el odio que tenía.
Intentó negar o contradecir lo que dijo, incluso sintió que esa mano ya no apretaba tan fuerte su garganta, pero ni así pudo hablar. Por alguna razón, sintió que su shidi esperaba una respuesta de su parte, pero Wei Ying sólo evitó su mirada. No tenía nada que decirle en realidad. ¿Qué podía responder? Él había tenido sus razones para hacer lo que hizo, al igual que Jiang Cheng, pero ¿por qué Wei Ying tenía que ser el único culpable?
Alguien irrumpió dentro de la habitación y eso provocó que Jiang Cheng soltara su cuello.
Su cuerpo cayó pesadamente al suelo y Sizhui los miró a ambos creyendo que, tal vez, había interrumpido algo importante.
Jiang Cheng no le dijo nada a ese niño, sólo se alejó y pasó junto a él para salir de la habitación. Tuvo ganas de saber a dónde iba, pero no pensaba preguntar. ¿Acaso intentaría perseguir a Wen Ning para acabar con parte de su venganza? Aunque si se alejaba mucho existía la posibilidad de que Wei Ying pudiera escaparse, pero él no estaba pensando en eso precisamente.
Dentro de su mente dieron vueltas unos instantes las palabras de Jiang Cheng y suspiró con pesar. ¿Jiang Cheng se sentía traicionado? Wei Ying pensaba que la vida había sido muy injusta con él, además irónicamente cruel, porque muchos de sus actos habían sido para proteger a esa persona que ahora parecía estar debatiéndose si lo dejaba vivo o lo masacraba de la forma más brutal.
![](https://img.wattpad.com/cover/290451894-288-k8454.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mil vainas de loto
Fiksi Penggemar[Chengxian. Omegaverse] Luego de revivir en ese nuevo cuerpo, Wei Ying se dio cuenta de algo muy importante: Ya no era un alfa, ahora era un omega y cayó en las garras de la última persona que esperaba ver en esta nueva vida. Sin embargo, tal vez no...