༄ Capítulo 21

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Los días posteriores a la muerte de Taehyung habían sido algo caóticos, pero no lo suficientes como para necesitar de fuerzas mayores. Desde el último adiós al féretro, Yoonji se había encargado personalmente de quedarse con el cuaderno de dibujos del mismo, resguardándolo en su chaqueta para, posteriormente, llevárselo consigo cuando tomase partida hacia su casa de nuevo.

Un par de días más tardes de que el día de reyes hubiese pasado y Yoonji hubiese partido hacia su casa, volvieron a quedar los tres amigos para participar en algo colaborativo y en memoria de Taehyung. Yoonji se había encargado de tomar cita en un local de tatuajes de confianza, al cual sus amigos cercanos solían ir y, tras mucha insistencia de sus padres y sus tíos a regañadientes, habían tomado el valor para aventurarse en la aventura, como regalo de reyes de parte de Yoonji a su primo y amigo.

Ahora, los tres contaban con una hermosa T en el antebrazo, uniéndose con un par de estrellas pequeñas y minimalistas en señal de ascendencia hacia el cielo.

Era un gesto que los tres habían estado de acuerdo para conmemorar a Taehyung, aunque nunca se fuera a ir de la mente de los chicos.

Después de eso, el señor Park se vio con demasiada culpa encima por la discusión de su hijo y sobrina, así que remedió con eso invitando a Jungkook a cenar los fines de semana, todos juntos y en familia, a veces junto a Yoonji y sus padres. Parecía que comenzaba a tomarle confianza a ese chico que se hizo pasar por monaguillo junto con su amigo, tanto así que cuando Jungkook le ayudaba a solucionar cualquier problema doméstico, dejaba caer su mano sobre su hombro y le daba las gracias en silencio.

- Tengo algo que decir. -Habló Jungkook un viernes en la noche, cenando todos juntos en la mesa del comedor. Jimin y sus padres le miraron atentos-. Conseguí trabajo temporal en una peluquería a un par de cuadras. Van metiendo a aprendices sin título para ir renovando cada mes de personal, pero si son lo suficientemente buenos les dejan tener contrato indefinido.

La señora Park aplaudió emocionada, Jimin sonrió en grande y tomó su mano. Aún, pasados casi un mes de la muerte de Taehyung y dos y medio desde que se conocieron, no habían definido con exactitud lo que eran, tampoco querían porque sentían que como estaban y la manera tan única en la que se querían era suficiente.

El señor Park sonrió orgulloso de ese chiquillo que tan mal le había caído desde un principio por llevar a su hijo por mal camino, sonriéndole en grande y llevando su mano a su bolsillo para sacar un folleto colorido.

- No he podido acordarme de ti. -Confesó, tendiéndole el folleto-. Mientras venía camino del trabajo, había un chico frente a mi empresa repartiendo eso. -Señaló al papel-. Es la apertura de una nueva editorial, estarán dando oportunidades hasta la mitad del mes. Pensé en ti porque Jimin me había comentado en alguna ocasión que sueles escribir en tus ratos libres, puedes presentarte.

- Con suerte y codicia, podrás ser elegido por los jueces de la editorial para sacar tu libro en físico. -Añadió la mujer, sonriéndole emocionada, cual mamá gallina viendo a sus pollitos caminar por primera vez.

- Esto es... -Musitó sin palabras, sonriendo emocionado y mirando a ambos mayores mientras Jimin sostenía con fuerza su mano, colgando de ambas manos una pequeña pulsera con un ala de ángel-. No tengo palabras para agradecer esto.

- Sólo necesito que aceptes mis disculpas. -Suspiró Jungsoo, mirándole de soslayo, Jungkook asintió sin miramientos.

- Yo también tengo algo que decir. -Se entrometió Jimin, su madre cubrió su boca con expresión de sorpresa.

- Oh, por Dios, dime que no estás embarazado. -Boqueó incrédula entre risas mal contenidas, Jimin negó avergonzado y sonrojado, era científicamente y biológicamente imposible.

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