༄ Capítulo 26

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La pareja había terminado de comer pronto, dejándoles algunos resquicios del plato de Jimin a los pequeños felinos que se acercaban a ellos en busca de obtener algo. Jungkook sonrió de lado al ver a Jimin jugar con los animales, levantándose para pagar la cuenta y volviendo, extendiendo la mano hacia Jimin.

- Adiós, gatitos. -Se despidió efusivamente, sonriendo en grande y acercándose a Jungkook cual niño pequeño emocionado-. ¿A dónde iremos ahora?

El más alto sonrió y besó su frente con cariño, caminando a su lado tranquilo y entrelazando sus dedos para salir de aquel lugar, mirando a su alrededor para divisar el camino más relevante y corto hacia la playa.

- Iremos al paseo marítimo, Mimi, ya te lo dije. -Jimin sonrió efusivamente luego de recordarlo, balanceando sus manos emocionado mientras caminaba el uno junto al otro.

- Sí, Kook, perdón, se me había olvidado por la emoción al tener a tantos gatitos a mi alrededor. -Sonrió avergonzado, caminando tranquilo-. Pero estoy muy emocionado también por poder ir contigo a la feria y pasear por el paseo marítimo, ¿crees que podamos caminar por la orilla del mar o tal vez nos congelemos en el intento?

Jungkook rió de forma nasal, encogiéndose de hombros y acariciando sus nudillos con su pulgar, relamiendo sus labios.

- Podemos intentarlo. -Puntualizó-. Tú te quitas los zapatos y te metes y yo miro desde afuera, así si el agua está lo suficientemente fría no hay porqué pasar frío los dos.

El rubio le empujó levemente con su codo, refunfuñando y frunciendo el ceño mientras se removía hasta poder enfrentarlo, sin dejar de sostener su mano.

- No eres gracioso. -Refunfuñó en una mueca infantil, sacándole la lengua y abultando sus labios-. ¿Qué hay si tú pruebas el agua?

Jungkook negó de inmediato.

- Ahora no te vale la excusa de que es la única prenda de ropa que tienes como para que la mojes y la desperdicies. -Alzó una ceja malicioso, Jungkook rodó los ojos y los puso en blanco por unos segundos.

- Tú has sido al que se le ha ocurrido esa idea, así que vas y apechugas con las consecuencias. -Dictó divertido, mirando a su alrededor para cruzar la calle y entrar ya a una zona más alejada del paseo-. Tú inventas y tú experimentas, no me metas en tus cosas.

Aunque sonaba divertido y a burla, sabía que, si Jimin quisiera comprobar el agua, él sería el primero en acercarse a la orilla, quitar sus zapatos y arremangar sus pantalones para darle el visto bueno. Puede, así, que se muriera de frío en el intento, pero no perdía nada con intentarlo, del mismo modo que haría feliz a ese chico que puso su mundo patas arriba desde el primer momento en el que se conocieron.

Sonrió nostálgico, caminando junto al rubio, quién se mantenía callado y sereno, perdido en sus pensamientos.

- ¿Qué piensas? -Musitó Jungkook a su lado, balanceando sus manos entrelazadas y mirándole tranquilo, observando las luces neón de la feria pegar contra el rostro de Jimin con tal se iban acercando al lugar.

- ¿Crees que Taehyung hubiera sido capaz de cumplir sus objetivos como tú lo hiciste? -Jungkook suspiró y asintió pensativo.

- Lo hizo, de alguna u otra forma, aunque ya no estuviese con nosotros para verlo con sus propios ojos. -Habló-. Así que no entiendo por qué no sería capaz de haberlo logrado junto a todos nosotros.

Jimin asintió sonriente, mirándole entusiasmado.

- ¿Podemos ir primero a los pequeños puestos del mercado en donde dices que hay libros? -Abultó sus labios-. Hace tiempo que quiero comprarme uno para ir leyéndolo mientras tú terminas el tuyo.

Jungkook asintió y se puso nervioso ligeramente, suspirando bajo para calmarse. Jimin no había visto ni leído una mínima parte de su libro porque Jungkook era simplemente demasiado reservado respecto a la privacidad de sus libros. Siempre se ponía delante de él y no dejaba que mirase a la pantalla del ordenador portátil, incluso cuando le entregaron la portada tuvo que ponerle contraseña al mismo para que Jimin no entrara en sus correos y viera todo lo que tramaba.

Cuando llegaron al pequeño mercado ambulante, Jimin miró todo con ojitos grandes, sonriendo en grande y pasando la yema de sus dedos con precisión y delicadeza.

- Es como haber entrado al Wattpad de la vida real. -Jungkook rió, no entendía que era aquello, pero Jimin le explicaría más tarde, estaba seguro. Sonrió de lado mirando a su alrededor-. Me gusta ese.

Señaló uno cualquiera, haciéndole sonreír a Jungkook.

- Ese es muy aburrido, sólo lee la trama. -Jungkook lo alcanzó para proceder a voltearlo y leerlo tranquilo-. El pasado entre Julia y Ben está presente a día de hoy. Un empresario poco afortunado quiere arrebatarles el futuro, pero... ¿lo conseguirá? -Musitó Jungkook-. No tiene sentido.

Alcanzó a otro más, tomándolo entre sus manos y tendiéndoselo a Jimin.

Hidden Lovers.

Es lo que se leía por título. La portada no era más que la silueta de una chica y un chico, viéndose a través de la cerradura de una puerta. Sonrió entusiasmado y leyó en voz alta la trama.

- La vida de Jane y Tayden nunca ha sido del todo un sueño hecho realidad. Jane nació en la cuna de una familia religiosa y conservadora, Tayden se debatió entre la vida y la muerte de numerosas formas debido a su negligente familia y los problemas sobre adiciones en la misma. -Leyó boquiabierto-. Ambos se encontrarán, el hilo de la vida les unirá en algún momento, pero... ¿serán capaces de soportar la tensión del mismo o no podrán ocultarlo?

Jimin se quedó sin palabras y, sin esperar más, abrió el libro para fijarse en la contraportada y la dedicatoria.

- A ese ángel que me guía en el camino y a su esmeralda, los que me inspiraron a escribir sobre la historia de amor que ambos habían creado. -Comenzó-. Y al príncipe, como solía llamarlo el mismo, por ser el ancla de mi barco y el diamante de mi corona. Jeon Jungkook.

El rubio se quedó sin palabras luego de eso, relamiendo sus labios emocionado y mirando muy fijamente a Jungkook sin poder creerse lo que acababa de leer. La mujer del pequeño mercado se inclinó sobre la mesa de libros y le tendió un pequeño sobre.

- Ese libro viene con marca-páginas, chico. -Sonrió, Jimin tomó el sobre y lo abrió para posteriormente observar con cautela el trozo de cartón.

No hemos empezado con buen pie como cualquier historia de amor, pero tampoco se nos hizo fácil el camino como a una. Hemos creado metas y las hemos cumplido juntos, no creo que nuestro amor pueda estar escondido como el de los protagonistas de mi obra, así que te sugiero convertirlo en algo más ardiente que un escondite secreto.

Park Jimin, ¿aceptarías seguir cumpliendo sueños junto a mí como mi más sincero amante de la hoguera?

El nombrado observó todo y leyó cada frase con ojos llorosos, dejando el sobre y el cartón a un lado para abalanzarse sobre él en un necesitado abrazo.

- Eres un idiota. -Bufó-. Y yo aquí poniendo velitas para que aceptaran tu libro en la editorial. -Suspiró entrecortado-. Y claro que quiero, idiota.

Jungkook sonrió en grande, abrazándole fuerte y acariciando su cabello mientras se mantenía sereno, sosteniendo su rostro y besándole con delicadeza, ganándose un par de gritos emocionados a su alrededor.

- Te quiero, Jimin. -Confesó-. Lo que haya allá arriba se ha llevado a mi hermano, pero me ha traído a un ángel.

- También te quiero, Jungkook. -Sonrió, acomodándose entre sus brazos y dejando su rostro pegado a su pecho.

Las demás personas aplaudieron a su alrededor, sonriéndoles por la muestra de amor entre ambos.

- Toma el libro, príncipe, es todo tuyo.

Jimin suspiró feliz, tomando el libro para llevarlo a su pecho y sonreír en grande.

Burned lovers.

La historia apenas comenzaba.

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