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Alenia oye el chirrido de la puerta al abrirse, antes de que suene una voz ronca.
—Gandalf, creí que habías dicho que este lugar sería fácil de encontrar. Me he perdido. Dos veces. No lo habría encontrado de no ser por la marca en la puerta. —Dijo Thorin Oakenshield, heredero del trono de Erebor.
La puerta se cerró de nuevo, mientras los pasos se desvanecían, de vuelta al comedor.
—¿Marca? No hay ninguna marca en esa puerta, la pintaron hace una semana, —dijo Bilbo.
Alenia se asomó desde el salón, y vio que había una gran multitud junto a la puerta del comedor. Se unió a ellos al fondo, en silencio y sin que nadie se percatara de su presencia. Lentamente, los enanos se dirigieron hacia atrás para tomar asiento.
Alenia se apretó rápidamente contra la pared, escondiéndose detrás del arco de la sala llena de enanos, mientras Gandalf respondía: —Hay una marca; yo mismo la puse allí. Bilbo Bolsón, permíteme presentarte al líder de nuestra compañía, Thorin Oakenshield.
Thorin se acercó a Bilbo, de espaldas a Alenia. —Así que éste es el hobbit. Dígame, Señor Bolsón, ¿ha luchado mucho?
—¿Perdón? —preguntó Bilbo, confundido.
—¿Hacha o espada? ¿Cuál es tu arma preferida?
—Bueno, tengo algo de habilidad con los Conkers, si quieres saberlo, pero no veo que eso sea relevante, —dijo Bilbo con orgullo.
Alenia no pudo reprimir una carcajada, lo que hizo que Thorin se volviera sorprendido.
—¿Y tú quién eres? —preguntó Thorin, agarrándola del brazo y llevándola a la vista del resto de la Compañía.
Alenia gruñó, sacando al instante un cuchillo de su cinturón y poniéndolo en la garganta de Thorin. —En primer lugar, no me toques. —Los enanos gritaron ante la repentina amenaza, mientras Gandalf se reía. Bilbo se limitó a mirar alarmado por la violencia.
Gandalf miró entonces a Thorin y le hizo un gesto para que le soltara el brazo. —Esta es Alenia Damenor. La he traído como un valioso complemento para tu búsqueda.
Thorin miró con recelo a la joven antes de soltarla.
Alenia se apartó, haciendo girar su cuchillo y metiéndolo de nuevo en su pequeña funda en la cintura, antes de volverse para mirar a la compañía.
—Hola. Soy Alenia Damenor, guardabosques del Norte, y la incorporación a su búsqueda. Encantada de conocerlos a todos. —Hizo contacto visual con el enano más joven de la cocina y sonrió, antes de volverse hacia Thorin—. Lamento hacerle eso, Su Majestad. No me gusta que la gente me toque antes de conocerla.
