Capítulo 8: Descubiertos

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Realmente no puedo creer lo que ella había dicho, no puedo creer esto, Mafuyu ¿Cuánto has estado sufriendo con ese sujeto? ¿acaso es ese tipo tu destinado? Espero que no, porque no mereces sufrir con él, no es justo que la persona que me gusta sufra.

Balcón

-Estoy cansado –dijo Mafuyu viendo su teléfono con la esperanza de que Yuki le llamará –como sea, será mejor no sobre pensar las cosas con Yuki, total el pasa ocupado con el trabajo –dijo el chico suspirando mientras se retiraba –espero que Uenoyama kun este bien, el día está muy frio –Mafuyu solo pudo sonrojarse ante lo último que dijo, no podía negar que aquel chico de cabellera negra le trataba muy bien, era lindo tanto físicamente como emocionalmente y como persona por supuesto, sin embargo sabía que no podía acercarse mucho, pues temía que Yuki se enterara de que Uenoyama se le acercaba mucho.

-Maldita sea –se escuchó un grito al fondo del pasillo –bastardo, ese imbécil tratar de la mierda a una persona, dejarlo herido y que se revuelque con una puta –Uenoyama había llegado al complejo, sin duda se miraba cansado y agotado por lo que Mafuyu fue ayudarlo.

- ¡Uenoyama kun! ¿Qué te paso? –pregunto Mafuyu al ver al chico quien lo miro con sonrojo y preocupación, sentía tanto pesar por lo que ese adorable chico vivía, se imaginaba que Mafuyu desconocía que su pareja le engañaba con otra o mejor dicho con otras personas, quería decirle, revelarle todo lo que estaba pasando con Yuki, pero por alguna razón no podía ver a Mafuyu tan inocente le costaba.

-Sí, lo que pasa es que un colega le es infiel a una amiga mía –dijo Uenoyama –y vengo algo molesto con él y lo peor es que la chica no lo sabe y no sé si decirle.

-Descuida, espero que tu amiga se dé cuenta, seria horrible el enterarse que te engañen en tu cara –aquel comentario de Mafuyu resonó en la cabeza del chico de cabello negro, y reforzó aún más el no decirle en esos momentos, ambos chicos fueron al apartamento del azabache, esperaba poder calmarse y no zafar nada de lo que había escuchado en el hospital - ¿tienes algún te que te pueda preparar?

-Sí, están en la alacena –dijo Uenoyama tirándose en el sofá –enserio no te preocupes, me pasa muy frecuente, me preocupo mucho por otros que me olvido de mí mismo a veces.

-No te preocupes, quiero ayudarte –contesto Mafuyu sonriendo –además estoy solo con Kedama en casa y realmente por alguna razón quería verte –aquello sonrojo al chico de cabello negro, parece que él no era el único que pensaba en el otro chico –disculpa, sé que sonó algo fuera de lugar.

-Descuida, yo igual por alguna razón también quería verte –contesto el otro –además hoy hace mucho frio y me habías contado que te genera alergia este clima.

-Un poco –contesto Mafuyu –pero los medicamentos que me dan me ayudan a contrarrestar recaídas –dijo colocándole él te enfrente del otro –pero igual me cuidare más.

-Eso espero –dijo Uenoyama – ¿Te aplicaste el medicamento que te dio el medico la última vez? –Mafuyu asintió –espero tu pareja de verdad te cuide como se debe, y no suceda lo que paso ese día.

-Descuida, Yuki ha mejorado mucho y se sintió arrepentido de lo que paso –dijo Mafuyu con una triste sonrisa –pero no creas, hay días en los que no me gusta estar cerca de él.

- ¿Y porque sigues con él? –pregunto Uenoyama de forma precipitada –perdón no debí hacer esa pregunta.

-No, tranquilo, la verdad es que ni yo sé –contesto Mafuyu de forma sincera –no sé porque sigo con él, aunque no vivimos juntos, pero el suele venir todos los días a mi casa.

-Ya veo –suspira –el nombre se me hace muy familiar, tenemos un compañero que se llama Yuki también.

- ¿Enserio? Bueno mi pareja se llama Yuki Yoshida, es psicólogo y trabaja en el Hospital Mental St. Mary –Uenoyama solo pudo suspirar y fingir sorpresa pues ya sabía la respuesta que Mafuyu le diría.

Eres Solo MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora